Roca Rey dio hace justo un mes por finalizada su temporada europea tras estar anunciado en el cartel de la Hispanidad en la plaza de toros de Las Ventas. Una tarde triunfal que acabó con el triunfo que tanto anhelaban los aficionados. Una tarde que poco a poco fue creciendo y que acabó en apoteosis.
Roca Rey afrontaba su tercer paseíllo del año en la primer aplaza del mundo tras los dos de San Isidro con las corridas de Fuente Ymbro y Victoriano del Río. Tras rozar con los dedos la salida en hombros volvía en Otoño a la Monumental de Las Ventas con el firme objetivo de poder salir en hombros.
Tras una exitosa campaña, Andrés puso punto y final a la misma con su comparecencia en Madrid. «Unos me llaman ladrón y otros dicen que es suerte. Gracias 2022, escribía en sus redes sociales el torero peruano horas después de salir por la Puerta Grande de Las Ventas junto a Francisco de Manuel.
El peruano consiguió aquello que buscaba tras realizar una faena de gran temple y firmeza a un sobrero de Victoriano del Río de gran calidad. Andrés, por su parte, se había entretenido en pasarse tan cerca como pudo los pitones curvos del paletón segundo tris, con el que lo pitaron los custodios por despegado -imposible no abrirlo si querías ligar, dada su conformación córnea-, nos contaba Marco Antonio Hierro en el inicio de su crónica en nuestro medio.
Una temporada que ahora está continuando en tierras americanas para seguir sumando paseíllos en un año crucial para su carrera, ese que le ha vuelto a colocar en la cima del escalafón junto a Morante de la Puebla. Andrés cerró el año por todo lo alto: su triunfo en Madrid fue incontestable.
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