La Monumental Plaza México, en la Temporada de su LXXIX aniversario, fue escenario de la tercera corrida y ante un casi lleno en la zona numerada y menos de media en el sector general, en tarde de agradable clima, tuvo como triunfador indiscutible, el contundente espada sudamericano y figura del toreo mundial Andrés Roca Rey, quien esta tarde se consagró ante el público del gran coso de la avenida de los Insurgentes al cortar cuatro orejas y un rabo, este último el número 130 en la historia de esta plaza, luego de nueve años de no concederse, para ser paseado en hombros junto con el ganadero de Xajay Juan Sordo Madaleno Bringas y al final el torero salir en volandas por la Puerta Grande de “El Encierro”. Sus alternantes, tanto Joselito Adame como Arturo Gilio anduvieron con el santo de espaldas.
Para contextualizar aún más la trascendencia de la actuación de Andrés Roca Rey en la Plaza México, es importante destacar que la hazaña de cortar cuatro orejas y un rabo en una sola tarde es un logro reservado a muy pocos toreros en la historia de este emblemático coso.
Según los registros históricos, únicamente cinco matadores han conseguido esta gesta antes que Roca Rey:
- Emilio Orduña “Jumillano” en 1955.
- César Girón en 1961.
- Joselito Huerta en 1966.
- Curro Rivera en 1967.
- Eloy Cavazos en 1998.
Si bien la Plaza México ha concedido numerosos rabos a lo largo de su historia, la suma de cuatro orejas y un rabo en una misma tarde es una distinción reservada a las figuras que han marcado una época. Ahora, Andrés Roca Rey entra en esta selecta lista, consolidando su nombre entre los grandes toreros que han dejado una huella imborrable en la Monumental de Insurgentes.
