ADIEL ARMANDO BOLIO
El toro «Buscalindes”, marcado con el número 153 y con 502
kilos de peso, con sangre española del encaste Murube, de la dehesa de Rancho
Seco, fue el ejemplar que marcó para siempre el adiós del público de la
Monumental Plaza México del rejoneador Rodrigo Santos. Al respecto de su
despedida del gran coso de Insurgentes este domingo 18 de diciembre, con
triunfal salida en hombros por la Puerta Grande de «El Encierro”, Rodrigo nos
hace saber de sus sensaciones.
«Me siento emocionado, satisfecho, ha sido un adiós soñado. Me siento
verdaderamente pleno”, comentó todavía con sensibilidad a flor de piel
y recordó cómo fue que se le fue dando la tarde de su despedida en el gran coso
de Insurgentes:
«La verdad es que al principio no se dieron las cosas como esperaba
pero si tuve la capacidad para darle la vuelta a la situación. Como todos se
habrán dado cuenta mi lote no fue fácil. El primero fue distraído y se fue a
tablas, además de haberlo pinchado porque contrario a mi costumbre lo hice con
tibieza. Y mi segundo, al que se apostaba fuerte porque tenía sangre española
Murube, pues fue más complicado aún, pegaba arreones y se quedaba corto. Fue
difícil y tuvo genio, por lo que inclusive sufrí un achuchón. Ahí fue donde
empecé a sacar la experiencia y todo el oficio, entendiendo que había que
torearlo de lejos, no en las cercanías, había que darle distancia y aquí sí, al
contrario del primero, lo maté con decisión y lo reventé Gracias a Dios”.
Sobre a qué le supo la salida en hombros por la Puerta
Grande de «El Encierro”, Santos señala que «a dulce, a caramelo. Fue un alivio el que
sentí porque demostré que lo que he hecho en mi carrera no fue obra de la
casualidad y había que rematarlo todo, subrayando mi trayectoria”.
Rodrigo Santos con esta su última actuación en la Monumental
Plaza México llegó a 18 tardes, habiéndose doctorado un 18 de marzo de 1990 en
el citado escenario y despidiéndose ahí mismo el 18 de diciembre de 2016, 26
años y nueves meses después, con el corte en total de ocho orejas y haber
abierto la Puerta Grande de «El Encierro” un par de ocasiones. Ahora le viene
el resto de su campaña del adiós a los ruedos durante los próximos tres meses.