JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO
Román
está de moda. El novillero rompedor que Valencia entregó al toreo reivindicó
ayer su sitio en el cierre de la Feria de Julio en su tierra. Lo hizo con un
sobrero de Luis Algarra de extraordinaria condición, premiado con la vuelta al
ruedo en el arrastre. Sustituyó éste a un titular que fue deslucido, como toda
la corrida de Cuadri, que no logró romper en la capital de las flores.
CULTORO
se ha puesto en contacto esta mañana con el torero, quien ha señalado que «me
encuentro contento por la tarde de ayer, por las sensaciones tan bonitas que
viví. Estoy tranquilo, con los pies en la tierra y esperando que salgan más
corridas. Estoy entrenando, corrigiendo defectos y preparándome ya para los
próximos compromisos”.
Sobre
la gran faena a ese tercero y con qué se queda el levantino, señala que «con
la entrega de la gente, porque hubo momentos en los que conseguí reducir el
toro. Noté que hubo muletazos muy lentos y los disfruté muchísimo”. En
cuanto a la virtud del animal de Algarra, comenta que «la principal virtud que tuvo el
toro fue la emoción y la humillación, colocando la cara en todo momento. Tuvo
grandes virtudes”.
En
cuanto a la estructura del resto de su temporada, en la que está anunciado
entre otras plazas en la de Almería con la corrida de Victorino Martín, Collado
admite que «me la planteo tranquilo. Sé que todo lo que toree será por méritos
propios y por los triunfos en la plaza. Al final será porque me lo merezco”.
Y también tiene a Madrid en mente: «La verdad que no sé cuándo será la vuelta,
sólo espero que pueda ser pronto para demostrar en esa plaza mi forma de ver el
toreo”, rubrica.