El viernes, a las siete de la tarde, Juan Serrano ‘Finito de Córdoba’, Jesús Almería y José Cabrera harán el primer paseíllo de la Feria de Santa Ana. Una fecha señalada en rojo por significar el primer festejo taurino mayor cuando el coso taurino roquetero celebra el vigésimo aniversario de su inauguración, un 19 de julio de 2002, que aquel día contó con la participación de los dos primeros del cartel, además de Julián López ‘El Juli’. Aquella calurosa tarde reflejó en el ruedo el calor con el que los aficionados que se dieron cita acogieron a los tres espadas, que lidiaron toros de Torrestrella para firmar una tarde triunfal en la que el diestro almeriense consiguió desorejar a sus dos enemigos -cuatro orejas-, mientras Finito de Córdoba cortó los dos apéndices al primero, de nombre ‘Flautista’, mientras ‘El Juli’ consiguió cortar las dos orejas y el rabo al quinto de la tarde.
La primera tarde
Pero eso ya es historia. La actual habla de una tarde de reconocimientos en el que estarán, como queda dicho, los dos primeros, apuntándose al festejo un José Cabrera recién alternativado que seguramente querrá hacer historia donde ya se vistió de luces, pero como novillero, también triunfando.
Finito vuelve a Roquetas de Mar, donde ha obtenido tardes de triunfo. Lo hace tras triunfar en un festival en Pozuelo de Calatrava, donde cortó cuatro orejas y un rabo. Tres logró Jesús Almería el pasado sábado en Vera, donde cortó tres orejas en una tarde triunfal, en el que estuvo notable con su primero y logró superar los obstáculos de su difícil segundo. Cabrera no tuvo suerte en su presentación como doctorado en Vic Fezensac y en México sí que logró cortar una oreja. Lidiarán reses de Fuente Ymbro, con notable comportamiento en San Fermín. Toros con personalidad propia, aseguraban que es el encaste más fino de hechuras de los derivados de Parladé. Propicios para el triunfo.
La segunda tarde
Quizá sea la tarde con más demanda en taquilla. La presencia del mejor rejoneador en la actualidad, capaz de mover a sus monturas como si fuesen capotes o muletas en las mejores manos de toreros a pie, Diego Ventura vuelve a Roquetas de Mar dispuesto a seguir predicando con el ejemplo y mostrando los motivos por los que su anuncio supone apostar ‘a caballo ganador’, nunca mejor dicho. Roquetas de Mar paladea el buen toreo a caballo y con Diego Ventura tiene para saborear. Nazarí, Bronce, Sueño, Fino, Lío, Nómada… son algunos de los mejores caballos toreros del momento y en los que el rejoneador de La Puebla de Río viva a ‘hombros’ por tener asegurado el triunfo tarde tras tarde. Lidiará reses de María Guiomar Cortés de Moura.
Si Ventura tiene su público, Roca Rey tiene al público. El limeño es el triunfador de todas las ferias a las que asiste. Un torero que provoca el delirio en cada un de sus actuaciones, un triunfador nato, acostumbrado a un éxito que nace de unas formas que no están al alcance de muchos. Su autoridad es tal que no admite dudas. Pamplona, Alicante, Bilbao, Madrid o Sevilla son algunos de los triunfos cosechados ante toros de diferente perfil. Los del sábado serán de Victoriano del Río, ese tipo de toro preferido por las figuras, pero que no descuida el criterio de los aficionados más exigentes, siendo la menos cómoda de que lidian los primeros del escalafón. El mano a mano será con José María Manzanares, que ha firmado tardes de éxito numérico en Castellón y Alicante y con toreo de calidad en otras como la de Bilbao. Vuelve a un coso roquetero donde ha conseguido el triunfo y al que se espera.
La tercera tarde
El ciclo organizado por el ayuntamiento de Roquetas de Mar a través de la Concejalía de Deportes y Tiempo Libre cierra la feria del vigésimo aniversario con una tarde cuajada de buenos toreros. Con toros de Alcurrucén, toda una afrenta para un Morante de la Puebla que aceptó el reto. Morante de la Puebla se lució y lució arte y embrujo en San Fermín, de donde sale más líder del escalafón. Su oreja en el esportón va para el currículum de esta temporada en la que ha lidiado 44 festejos, con 36 orejas, 6 en plazas de primera, 15 en plazas de segunda y 15 en plazas de tercera. Será el que abra la tarde del día 24 de julio.
Le acompañarán en el paseíllo viviendo una segunda etapa triunfal un Daniel Luque que lleva 28 orejas en 18 corridas con nueve tardes en plaza de primera y apéndice por tarde. Cuando Curro Romero dijo que las orejas son despojos, el triunfo va por dentro de quien hace todo lo que está en su mano. Luque sabe lo que es triunfar con y sin orejas. En Sevilla firmó un triunfo apoteósico y en Madrid -las dos plazas más importantes del mundo taurino- lo hizo con solidez, aunque no tocara pelo. Verle torear es ir a ver un triunfo. Juan Ortega será el que lidie el último lote, seguro que luciendo un toreo de altos vuelos. Lo ha conseguido durante muchas de las tardes en las que ha toreado. Su temple va más allá de las estadísticas. El año pasado fue especialmente interesante y en el presente, como séptimo del escalafón, suma 14 orejas en 18 festejos, trofeos que no reflejan esa capacidad para embelesar a los toros, para templarlos y llevarlos pegados a la muleta, con la pulcritud de la distancia.