ZARAGOZA

Rufo: un brillante final de temporada en La Misericordia


jueves 10 octubre, 2024

Con tres orejas se fue el toledano de su lote de Zacarías Moreno esta tarde del coso maño

Sin Título
Rufo con las orejas.

«Pescadilla» era el tercero, de 517 kilos, pelo castaño oscuro listón, y nacido en diciembre del 19 y herrado con el número 54, con el que toreó a la verónica Tomás Rufo en el saludo capotero. Toro de buena encordadura y hechuras, que no quiso saber nada del caballo en cuanto sentía el hierro, quedándose muy crudo. Dejó un gran par de banderillas Fernando Sánchez. Se fue Rufo a los medios a esperar a que fuera ahí el protestón toro de Zacarías Moreno al que fue encelando primero y sometiendo después en buena serie de derechazos. Tuvo la virtud el animal de humillar mucho y seguir el engaño en excelentes pases naturales en dos series a más. Alternó circulares con pases cambiados y por alto luego Rufo, para cerrar con una buena tanda de naturales aún en los medios. Manoletinas de Tomás Rufo para cerrar es trasteo que coronó de una estocada caída no impidió la petición de trofeo concedida por el usía. Ovación para el toro de Zacarías Moreno.

«Cabezón» se llamaba el sexto, número 20, 534 kilos de peso y nacido en octubre del 19, y de pelo colorado, de acodada encordadura y con cuajo. Toreo a pies juntos y manos bajas de Tomás Rufo para recibir al toro. Se dejó pegar en varas el de Zacarías que tenía un prometedor comportamiento en las capas. Fernando Sánchez volvió a poner al público en pié que, junto a Sergio Blasco, saludó en banderillas tras un gran tercio. Brindis de Tomás Rufo para comenzar faena sobre las rayas de picar, de hinojos con pases de mano baja y profundidad, que pusieron la plaza en pie. Misma tónica tuvieron las siguientes series de derechazos, ya en pie, pero con la mano baja y llevando muy toreado al bravo toro de Zacarías Moreno, al que cuajó a placer el torero de Pepino. Bajó el ritmo del toro al natural pero no la intensidad de la faena. Volvió a la diestra el torero toledano pero el toro ya se puso más remiso haciendo amago de irse, y se fue, cerrando Tomás Rufo la obra con un bello paseo del desdén. Estocada trasera que acabó con la vida del toro sin puntilla y dos orejas para Tomás Rufo, con algunos votos en contra.