A lo largo de casi ochocientas páginas –con más de ciento cincuenta dibujos del autor– el novelista y articulista muestra todas las caras posibles de la Fiesta, en una obra dirigida tanto a aficionados como a profanos, a espectadores casuales y a quienes abominan de este singular espectáculo. «No hay que defender la tauromaquia sino explicarla», resume el autor de “Toros para antitaurinos”, cuya tercera edición ya está en la calle.
El matador de toros chiclanero y el famoso notario, también presidente del Instituto Juan Belmonte, harán el honor de dar a conocer al público sevillano “Toros para antitaurinos” (Homo Legens), el último trabajo de Miguel Aranguren, autor de catorce novelas y reconocido columnista en distintos medios de comunicación.
Se trata de una obra monumental que abarca todos los elementos que configuran la Fiesta de los toros. Está compuesta por cinco relatos y por otros tantos estudios (el toro, la corrida, el rejoneo y la tauromaquia popular), así como por varios anexos que completan el texto. Según palabras del Miguel Aranguren, «no he pretendido escribir para los aficionados sino para el gran público. En estos momentos de persecución a la libertad individual y colectiva, en que los toros reciben el menosprecio y el olvido de la mayor parte de las administraciones públicas, es necesario mostrar por qué la tauromaquia es compatible con un mundo tan avanzado como el nuestro».
“Toros para antitaurinos” cuenta con un prólogo de Diego Urdiales. El torero arnedano ha dicho que «cuando Miguel Aranguren me animó a prologar su libro, me acordé de tantas corridas a las que he invitado a personas manifiestamente contrarias a la Fiesta, para que compartieran la tarde a mi lado. Y mi experiencia es muy parecida a la que recogen estas páginas: basta una explicación razonada de cada momento de la lidia para que aquel a quien no le gustan los toros, salga de la plaza quizás sin haber cambiado de opinión, pero satisfecho de haber hallado los motivos por los que el torero está dispuesto a medir su valor con un animal peligrosísimo: crear y transmitir belleza».
Miguel Aranguren está ligado a la carrera taurina de Ruiz Muñoz, al que desde hace seis años acompaña en el campo y en la plaza. La cercanía al diestro ha sido clave para el escritor a la hora de analizar «las proezas a las que se enfrentan los toreros, pues viven a contracorriente de estos tiempos de ideologías blandas». Entre Fernando Gomá, Aranguren y Ruiz Muñoz existe una amistad contrastada y admiración mutua.
Este intenso e inmenso trabajo de Aranguren está adquiriendo el nivel de los más importantes tratados en tauromaquia. Combina cinco relatos apasionantes con una lección de historia, en los que toca todos los palos de la Fiesta.