El ganadero Samuel Flores ha enviado al matadero su camada de toros para 2021, dejando tan sólo novillos en la finca El Palomar, ubicada en la provincia de Albacete, pero la gran esperanza es que entre esos animales saldrá una corrida de toros para la próxima Feria de San Isidro 2022.
«Dada la situación actual, no estoy dispuesto a vender toros a 1.000 euros, por eso tomé esa drástica y dura decisión, pero sigo criando animales con ilusión y, de hecho, hay una corrida que ya está preparada para mi vuelta a Madrid en el año 2022″, explica el propio ganadero en declaraciones a CULTORO.
Para el año que viene, Flores prepara dos corridas de toros más además de la de Madrid: «Si Dios quiere, volveré a San Isidro. La empresa ya ha visto los novillos«, explicaba el mítico ganadero a este medio. La última tarde de esta ganadería en Las Ventas se remonta al 31 de mayo de 2013.
La consanguinidad, un grave problema para este encaste propio
«Ya son muchos años de ausencia, cuando toda mi vida he estado yendo a Madrid ininterrumpidamente», se lamenta Flores. Este tiempo de ausencia ha estado motivado, fundamentalmente, «por un inconveniente sanitario en la ganadería, originado especialmente por un problema infertilidad producido por la consanguinidad» de un encaste propio, el de Gamero Cívico. «Este hecho también propició otro grave problema la ganadería hermana a la de Samuel, Clairac, algo que le ocasionó un grave perjuicio«, explica.
Ese problema «ha sido totalmente superado dentro de la misma ganadería, cambiando las familias de los sementales; por ello, estoy dispuesto a volver una vez más después de esta situación negativa que no es la primera vez que me ocurre al o largo de mi vida», concluye Flores.