Ni siquiera la experiencia de haber lidiado una buena corrida de toros en la pasada Feria de Abril de Sevilla le da la confianza, en este momento, para llegar a Madrid tranquilo. Madrid pesa lo suyo. Sin embargo, los toros de Santiago Domecq unidos a una terna con ambición y capacidad contrastada, hace una mezcla que genera un muy buen ambiente de cara a esta tarde en Las Ventas.
La de Santiago Domecq es una de esas ganaderías que pareciera que nunca pueden subirse al podio de las mejor, será porque no es un hierro amplio, que lidie en todas las ferias, ya que, si de calidad se tratase, los toros de “Garcisobaco” sí que están presentes en la mente de los toreros, puestos a elegir qué es lo que quieren lidiar.
Sin embargo, el ganadero no hace alarde de esto y, al contrario, con modestia, sigue haciendo su trabajo con la pasión que le viene de serie por su estirpe. Por eso, al llegar con sus toros a esta tarde a Madrid, confiesa que “Ahora mismo, no tengo confianza en ningún toro, pero es por el nerviosismo de lidiar en esta plaza, que te entran las dudas y los miedos. Pero, por otro lado, está el trabajo de tanto tiempo y si Madrid viene a tu casa, es porque has hecho méritos suficientes y eso también da cierta confianza. Es un orgullo estar anunciado en la primera plaza del mundo”.
Sabe, también, que no son tiempos fáciles para el campo bravo y que cada vez es más difícil cumplir con los requisitos de esta plaza. “Tal como están las cosas”, –reconoce-, “es un privilegio poder lidiar en Madrid una corrida completa. Es normal que, dada la exigencia de esta plaza, pueda haber toros que no cumplan con los requisitos que Madrid pide, pero si están sorteados los seis toros, es porque han pasado el filtro”.
Ahondar más en el tema de El Batán, cuando todo parece estar dicho por parte de los ganaderos, no parece necesario. Sin embargo, de lo que saldrá esta tarde por chiqueros nos cuenta que “es una corrida cuatreña, los seis toros, pero bien hecha, muy bien conformada, variada de pelos y abierta de sementales. Ahora sólo queda confiar en que embistan”.