JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Ha sido uno de los hierros del año que ha destacado en la plaza de Madrid, que fue todo un acontecimiento, además de Sevilla y Dax. Es un hierro que vuelve a las grandes ferias: no lidia mucho pero lo que lidia es bueno.
Enhorabuena por el conjunto de temporada.
Gracias.
La corrida de la Prensa fue completísima.
Sí, fue una gran corrida. Es muy difícil que en Madrid salgan las cosas y gracias a Dios aquello funcionó y el aficionado y el espectador se quedó contento.
Fue una corrida de principio a fin, quizá la más completa de la feria.
Eso se ha dicho, me imagino que habrá muchas opiniones, pero sí es verdad que fue buena y marcó mucho interés para el aficionado. Hoy día no es fácil poner de acuerdo al aficionado, y ahí se consiguió.
Como ganadero, ¿la corrida de Madrid es la que más satisfecho este año?
En conjunto, sin duda. Es la plaza más importante del mundo, con una exigencia tremenda en cuanto a trapío de toro, en cuanto a la lidia, en cuanto al caballo… y salieron encastados.
Y sabiendo el condicionante sucedido: el percance de Aguado que condicionó artísticamente todo el festejo.
No voy a descubrir quién es Pablo Aguado y el revulsivo que le ha pegado a la Fiesta, la irrupción de Sevilla, pero es verdad que muchas veces el aficionado va a ver una corrida de toros y cuando hay un torero con interés era el que tenía la expectación. Muchas veces hay corridas con muchos trofeos y piensas que si los ha habido, por algo será, pero hay veces que no se cortan por distintas razones, pero la gente sale igual de contenta.
Un mes antes lidiasteis en Sevilla en un festejo completísimo. Hubo un toro de vuelta al ruedo, uno de los toros de la Feria.
Sí, de hecho nos lo han premiado tres jurados de Sevilla como el toro más bravo de la feria. Me quedo con ese toro, pero después con otras sensaciones: era la primera vez que lidiábamos en esa plaza después de multitud de peticiones por parte de la empresa desde hace muchos años. Yo me he hecho aficionado allí, tengo un respeto máximo por esa plaza. Teníamos una corrida muy bonita y creíamos que era el momento perfecto para lidiarla, y allá que fuimos. Yo tenía el miedo lógico, pero gracias a Dios me alegro mucho de que saliesen bien las cosas.
Dax ya es bastión de Santiago Domecq. El año pasado, indulto, y este año, una vuelta al ruedo. Fue una corrida llena de motor y fiereza. No fue fácil.
Sí, fue una corrida con muchísima movilidad, con una acometividad brutal. Me sorprendió gratamente que tanto los que tuvieron más dificultad como los que menos, querían más y más. Le dieron dos puyazos fuertes y los toros querían más. Salió ese sexto toro que fue un gran animal, aunque no era bonito, pero sí venía de una buena reata. Yo hago una criba grande cuando los animales tienen dos años, y quito erales que no me gustan ni en fenotipo ni en reata para dejar la camada en seis corridas de toros, y este animal no era bonito, pero lo dejé porque tenía una gran reata. Hablamos con los toreros y la empresa y nos dijeron que hacia adelante: salió y no nos dejó en mal lugar.
Teniendo en cuenta todas esas virtudes, ¿hacia dónde camina el hierro? ¿Cuál es la palabra exacta para definir el futuro de su ganadería?
El futuro ya está escrito, al menos a lo que aspiramos, cinco años vista. Pero lo que queremos es un animal que mantenga interés, que no haga aburrirse al aficionado, tanto por el bueno como por el malo. Luego habrá años mejores y otros peores, pero queremos mantener el interés de la afición, que el toro salga y que el tendido esté pendiente de lo que allí está pasando: con el bueno, con el regular y con el malo.
En cuanto a números, ¿lidiaréis lo mismo en 2020?
Sí, y de cara a las próximas temporadas no tenemos vistas a ampliar toros. Hacia arriba no se caben números, porque hay cinco o seis ganaderías muy buenas y que lidian muchísimos, y es muy difícil quitarlos de las ferias porque son muy buenos y no hay sitio para entrar.