Mira que les han caído de todos los colores, después de esperpento ridículo que se perpetró en Zafra a costa de la necesidad de torear de toreros modestos que pusieron su esperanza en un triunfo que las críticas al organizador se encargaron de enterrar. Mira que tuvieron el dudoso honor de reunir en una sola -por una vez en la historia del toreo- las opiniones de los aficionados. Mira que se le hizo mal a la fiesta enarbolando la buena idea que el año anterior había servido de bálsamo convirtiendo el Fierabrás en un unte caducado y perjudicial que debió ir a la basura. Mira que se hizo tanta mofa del exprimidor de gallinas de huevos de oro que sólo faltaron memes en las redes sociales. Pues escuchen, señoras y señores, que la oferta les interesa.
Sepan ustedes que si son propietarios de plaza, corral, patio bien ventilado, urbanización de vecinos o solar susceptible de colocar cuatro hierros, está usted de enhorabuena. Lo está porque dicen las lenguas de doble filo que hay empresarios de rancio abolengo buscando plazas como locos para no sé qué reconstrucción. Y cierto es que no sabemos qué es exactamente lo que se quiere reconstruir, porque lo que se necesita a día de hoy ya está en marcha o lo va a estar en breve. Pero también es cierto que casi todos los empresarios con interés en trabajar han mostrado las cartas con las que van a acudir a la campaña. Decimos casi porque hay algunos, con importantes plazas de segunda categoría bajo su mando, que aún resisten cual jabatos al ‘invasor’ currante, y nada se sabe de su intención.
Bueno, sí: sabemos que buscan plaza para pegar un nuevo sainete de la Gira de Reconstrucción. De esos que reparten 3.000 al empresario de turno pero nada importa si esa plaza debe celebrar su feria dos meses después y la han dejado como un erial. De esos que -siempre presuntamente, por supuesto- le aseguran los mínimos al matador pero le añaden 1.000 euros de la saca común que el matador debe donar -sea o no socio- a su sindicato mayoritario. De esos que le piden al apoderado que le asegure la presencia del torero de turno pero ni le dicen la fecha, ni compañero, ni mucho menos la ganadería que va a matar, y esto se pretende hacer pasar por una práctica normal. Pretende hacerlo, además, un torero que cuando estaba en activo se empeñaba en abanderar la lucha por la dignidad del toreo. Y lo más importante: todo esto se hace bajo el auspicio y el amparo de la Fundación del Toro de Lidia, a quien ya hemos intentado prevenir de estas prácticas que tienen lugar bajo su paraguas, pero han preferido seguir así y demonizar a Cultoro antes que limpiar la casa.
Todo esto, ya saben ustedes, se cuenta, se rumorea, se comenta, que decía en su día el genial Jesús Hermida. Pero, de ser verdad, más valdría preocuparse por el estado de la plaza de Algeciras y su futuro más inmediato que por montar una portátil en Vitoria par celebrar una novillada que no pasará de brindis al sol. Como no seamos serios de una vez se nos va a llevar la trampa. Y ya falta menos para eso…