Muchos son los matadores de toros que esconden multitud de secretos vinculados a sus carreras ya desde su etapa de novillero. Su día a día, manías o supersticiones o incluso anécdotas vividas a través de todos los años de profesión son plenamente curiosas. Y uno de ellos es el francés Sebastián Castella, espada que se trasladó de su Béziers natal a Sevilla tras sellar -con un apretón de manos- su vinculación con José Antonio Campuzano. Una unión fructífera, donde el astigitano poco a poco fue puliendo a un diamante en bruto.
El espada francés es considerado el torero más importante que ha dado su país a lo largo de su historia, tanto por los triunfos cosechados como por su presencia en las plazas y carteles de mayor fuste. Torero que ha salido a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas o por la Puerta del Príncipe de Sevilla, los dos cosos más significativos de nuestra piel de toro junto a Bilbao. Su debut con caballos sería en Acapulco (México) el 17 de enero de 1999, tomando la alternativa el 12 de agosto del año 2000 en su Béziers natal.
Amén de José Antonio Campuzano -descubridor de este-, Sebastián también ha sido apoderado por casas empresariales y hombres independientes que le dieron esa estabilidad que tanto necesitaba. También estuvo a su lado Luis Álvarez el cual compartió apoderamiento con el citado José Antonio Campuzano. En 2007 sería apoderado por Luis Manuel Lozano, tomando el relevo de este Manuel Martínez Erice, En 2017 le acompañaría su amigo y hombre de confianza Curro Molina para finalizar su primera etapa en los ruedos junto a Simón Casas. Tras su vuelta a los ruedos ha sido la Casa Matilla quien gestiona su carrera.
Los caballos, su gran pasión
Al contrario que muchos compañeros Sebastián no optó por hacerse ganadero de reses bravas, decantándose este por los caballos, su otra pasión. “Aprendí a montar a caballo mucho antes que a torear. El toro me ha dado todo; el caballo me hace soñar” se podía leer en la web del diestro francés. Yeguada de Pura Raza Española (P. R. E.) que ha mantenido durante muchos años en la finca ‘La Heroica’ situada esta entre el término municipal de Aznalcóllar y la aldea de Tujena.
Sebastián ha tenido también una estrecha vinculación con Colombia, el país cafetero ha sido un lugar donde el francés ha pasado largas temporadas, allí pasaba prácticamente todo el invierno junto a su familia. “Recuerdo que entonces yo triunfaba en las plazas de Francia, pero no era suficiente para abrirme las puertas de España. Lo que conseguí después de que me alcé con los trofeos de Cali, Manizales, Medellín… Y tengo que decir que la relación con Colombia es cuestión de feeling” explicó en una entrevista a La Patria allá por 2019.
Un espada que hace algún tiempo fijó su residencia en Valencina de la Concepción, montando más tarde un negocio en la capital hispalense. Junto a la Catedral, concretamente en la calle Placentines abrió un negocio que tiene como objeto social la prestación de servicios de hostelería, restauración y hospedaje, así como la representación comercial de productos de consumo relacionados con dichas actividades: Castella ART.
Socio de la empresa de la plaza de toros de Béziers, Betarra
En el año 2020, en plena pandemia Sebastián Castella se unió a Simón Casas y el ganadero Olivier Margé para gestionar el coso francés de Béziers hasta 2026 al entrar de lleno en la sociedad taurina que lleva por nombre Betarra. «Casas, actual empresario de Madrid o Nimes, ejercerá como presidente, Margé como director gerente y Castella será el enlace con los toreros«, se informó en su día a través de una nota esta nueva sociedad taurina.