El sello templado de Ginés, también en Sevilla

Poco hubo que destacar en los primeros tercios de una lidia al tercero hasta que Ginés tomó la muleta para sacarse toreramente al del Alcurrucén al tercio. El extremeño aprovechó la buena condición de toro para dibujar dos tandas de templada composición donde acertó en las alturas y las distancias. El toro de la casa manchega humilló más que sus hermanos, queriendo este tomarla con clase y ritmo. Pero a su buena condición le lastró su falta de transmisión. Estuvo Marín técnicamente perfecto, pero a su labor le faltó mayor fibra y expresión por la condición del toro. Por ambos pitones dejó muletazos de su personal concepto. El de Alcurrecén se sintió más cómodo cuando el muletazo vino enganchado y no acompañado. Tras atascarse con los aceros fue ovacionado tras sonar un aviso.