El torero Sergio Aguilar atendió amablemente a CULTORO para contar su versión de la polémica suscitada con el
banderillero y apoderado Luis Carlos
Aranda. Sereno y con las ideas muy claras el torero madrileño nos narró
paso por paso, siempre bajo su versión de los hechos, lo ocurrido.
A continuación les ofrecemos
íntegramente las palabras del torero sobre la versión de los hechos:
Yo firmo un contrato en octubre del 2006 con Rodríguez Vélez, padre e
hijo, al que se suma Luís Carlos Aranda, que tenía una duración de tres años. En
2007 se desvinculan de mí la familia Rodríguez Vélez y, ya en 2008, comienzo a
ser apoderado por Javier Chopera y Gabriel de la
Casa que hacen su trabajo y me consiguen cuatro corridas hasta el mes de
Mayo, en ese tiempo Luis Carlos seguía en el equipo
como banderillero sin aportar nada como apoderado. En ese mes de mayo se termina el apoderamiento con Gabriel de la casa y Javier Chopera. Luis
Carlos Aranda también decide desvincularse de mi
carrera y dejar de ser mi banderillero. Yo respeto su decisión y termino
esa temporada sin apoderados. En 2009 se hace cargo de mi carrera en solitario
Mateo Carreño. Esas son mis temporadas mientras estaba en vigor el contrato con
Luis Carlos.
En referencia al artículo que hizo la Unión de Toreros, está claro y lo
dice de una forma muy clara, que las resoluciones judiciales han de ser
acatadas y respetadas, lo dice la Unión de Toreros y lo digo yo también. Desde
que la sentencia es firme, la primera corrida que he toreado ha sido la de
Madrid, a la cual Luis Carlos Aranda solicita al juzgado el embargo de la
totalidad de honorarios, incluidos los de la cuadrilla, ocurriendo más de lo
mismo en la corrida de Vic Fezensac. Nosotros, como es lógico, recurrimos y solicitamos que se embargasen únicamente mis honorarios estrictos,
pero no la parte que corresponde a sueldos de la cuadrilla y gastos generales.
Luis Carlos Aranda decide recurrir, porque no está de acuerdo, y sigue
pidiendo al juzgado la totalidad de lo que
se cobre, rechazando también un acuerdo que se le propone desde la unión de
banderilleros y picadores (del cual puede dar fe su
presidente) para que respete el sueldo de sus «compañeros”. A mí en estos momentos aun no se me ha
comunicado nada sobre si se va a respetar el sueldo de sus compañeros, que si
es así por mi encantado, ellos no se merecen verse involucrados en estos temas.
Además entiendo el artículo de
la unión de toreros pues hace referencia a lo que puede ocurrir con los
apoderamientos y bueno, explica dos casos, como son el mío en el cual alguien puede llevarse el dinero de las
comisiones de corridas aun no ejerciendo ese trabajo, que si lo ha realizado
otra persona y que ha cobrado por ello. Y
el de Adrián de Torres, en el cual Luis Carlos
Aranda no se ha pronunciado para
nada, no sé por qué será.
YO soy torero y mi trabajo es torear, pero
con las medidas que se están tomando en mi contra , hacen que me sea muy
difícil, porque cada vez que toreo me genera una nueva deuda con mi cuadrilla. Luego también dice Luis
Carlos Aranda que mis intenciones son las de no pagar, y eso no es
cierto, ya que Luis Carlos Aranda sabe que si así fuera, ¿por qué nosotros no
recurrimos el embargo que solicitó de las devoluciones que tuviera de hacienda?
por lo que yo sé, ya se ha llevado más de 6000 euros.
Y con respecto al asunto con Emilio Rivero,que malintencionadamente se ha sacado en las redes
sociales, quiero dejar claro que yo con Emilio tuve un mal entendido,
pero que este es un señor que se viste por los pies y del que sólo tengo buenas
palabras.
Por último, me gustaría que ningún torero tenga que pasar por estas
situaciones como la de Adrián de Torres o la mía, y por eso la unión de toreros
hizo ese artículo. Cosas como estas no benefician en nada a la tauromaquia, es
una pena que en unos tiempos donde el toreo está siendo atacado surjan
problemas como este que no hacen sino dar una mala imagen de nosotros.
No quería despedirme sin daros las gracias por la llamada, por dejarme
expresarme, creo que el aficionado debe saber mi versión de los hechos, para
así luego poder opinar con conocimiento de causa.
Sergio Aguilar