Sergio Pérez de Gregorio tiene una cita clave, el próximo domingo 9 de junio, al lado de una de las figuras del rejoneo, Lea Vicens. El rejoneador castellano hará el paseíllo en el coso de Alba de Tormes, al lado también del gran joven del momento en el toreo a caballo, el luso Paco Velasquez.
“Hacer el paseíllo en Ledesma y Alba de Tormes es un orgullo. Torear cerca de mi casa es muy bonito. Me estoy preparando a conciencia, entrenando a diario y siempre dando un poco más de mí, afinando los caballos y los potros nuevos para que estén listos para estas tardes”, señala en palabras previas a Cultoro.
Sobre cómo afronta la temporada, expone que lo hace “con mucho compromiso; mi carrera está empezando a ser lo que yo quería. Ya estoy empezando a pisar plazas de importancia como Burgos y varias más que aún no se han oficializado”.
«Una cara nueva llama la atención y es muy importante para que la Fiesta siga adelante»
Tiene 22 años recién cumplidos: “Esto es como cualquier disciplina; las figuras han dado mucho de sí y lo siguen dando, pero el escalafón de toreo a caballo tiene que coger la chispa de la renovación. Siempre, una cara nueva, llama la atención y es muy importante para que la Fiesta siga adelante”, defiende.
Caballos tiene unos quince preparados para torear: “Algunos han estado toreando durante más años en mi cuadra, y tengo nuevos para debutar este año unos cuatro”. En su cuadra “hay favoritos, pero no hay estrellas, ya que todos son buenos en lo suyo. A mí los que más me ilusionan son los potros nuevos. En cuanto a veteranos, está Lambrusco, también tengo a Corneta en tercio de salida, a Balancín, Ingenio en banderillas junto a Hebreo, Fonseca, Níquel, Verdi…”, enumera.
Nuevos, “tengo a Persa, un caballo hermano de Hebreo, que la verdad que está muy cuajado y es muy serio. También tengo a Único, un caballo que creo que va a ser uno de los que más van a dar qué hablar, aunque aún es muy joven”.
El quiebro al revés, su suerte estrella
También tiene a Níquel, “que hace mi suerte estrella, que es el quiebro al revés; el quiebro normal bate a la derecha, pero el revés va igual, recto y alineado con el toro, y lo hace hacia la izquierda, y yo clavo al violín. Es una suerte muy complicada, pero que he conseguido afinar y hacer”, destaca el joven. De último tercio, destacan Manglar y Elegante.