Es, sin duda, uno de los hombres –o el hombre- sobre el que recae el peso de la tauromaquia y su futuro, al menos en cuanto a lo empresarial se refiere. Pensador, romántico y torero en definitiva. A Simón le duele lo que no se ha dado y por eso, en sus palabras, hay una mezcolanza de sentimientos de quien lleva la borla de matador y así lo siente en cada palabra. En los siguientes párrafos habla sobre el escenario que dibuja este 2021 teniendo en cuenta que esta ola pase rápido y que la vacunación siga su curso.
En primer lugar, la pregunta era obligada: ¿En qué punto se encuentra la situación de Valencia? ¿Para cuándo se prevé una respuesta de la Diputación en cuanto al aforo permitido en Fallas? ¿Cuál es la pretensión de trabajo de la empresa las próximas semanas?
Hace dos meses, Toño Matilla y yo hablamos en representación de las plazas de Valencia y Castellón con la Generalidad Valenciana y Ramón Valencia hizo lo propio con la Junta de Andalucía; habíamos pedido el 50% del aforo y nos habían contestado formalmente que nos darían su respuesta a finales de enero. Esta contestación todavía no la tenemos. Esperemos que dentro de unos días nos digan que sí o que no, pero yo pienso que viniendo la tercera ola será complicado que nos lo garanticen ya.
Mientras llega la contestación, esperaré hasta finales de febrero porque yo quiero dar toros en Valencia, ya que considero que no podemos dejar cerradas las plazas de primera y segunda, algo que ha pasado en 2020 no por culpa de los empresarios, sino por la situación jurídica en las que las plazas se encontraban, ya que si los contratos estaban suspendidos por ley, aunque el empresario sea el Espíritu Santo, no se puede abrir la plaza.
Respecto a otras fechas a potenciar en el coso de la calle de Xátiva antes de la Feria de Julio, ¿se baraja el Día de la Virgen?
El Día de la Virgen en mayo es clave para dar uno o más festejos, pero como a mí me gusta ser pragmático, no quiero especular con el futuro: éste se va a diseñar en función del presente de cada momento. Yo no quiero caer en esta trampa. Ojalá sea en marzo, si no, lo intentaremos en mayo. El futuro se va a diseñar en función del presente de cada momento. Yo no quiero caer en esta trampa. Ojalá sea en marzo, si no lo intentaremos en mayo. Y esta postura es la postura que tengo para todas las plazas que llevo: Nimes, Béziers, Alicante, Madrid, Valencia…
Considero que, efectivamente, no podemos dejar cerrada ninguna plaza de primera ni un año más, pero estas decisiones de abrir la plaza o no tiene que entender la gente que no dependen del empresario, sino de una coyuntura sanitaria y jurídica. Los contratos de Valencia, Madrid y Alicante están suspendidos, por lo que la autoridad competente, de momento, no deja abrir esas plazas. Llegará un momento en el que diga que se pueden abrir una determinada fecha y así se hará.
En cuanto a Madrid, ahora no se pueden hacer previsiones, ¿pero qué piensa a ese respecto? Supongo que la pasión no descansará en su mente y habrá sido muy difícil para usted, como empresario pero sobre todo como torero, no poder dar ni un solo festejo en estos meses…
Hay aficionados que le han echado la culpa al empresariado, pero no es verdad: los grandes empresarios no hemos podido abrir las plazas, al igual que el deporte sigue sin público en los estadios o que no hay conciertos. Lo primero que debe demostrar el mundo del toro es su sensatez y debemos remar todos en el mismo sentido. El aficionado siempre lo critica injustamente, pero lo que está claro es que los que de verdad sostienen la economía y la producción de la tauromaquia somos los empresarios. Porque aquí no hay subvenciones ni ayudas: si el empresario no pone el dinero, no hay toros. Yo arriesgo por el toreo hasta mi vida personal, pero que no me peguen patadas por hacerlo.
Permítame la insistencia: ¿Cómo están las conversaciones con la CAM?
Lo que hay tanto por parte de los políticos como de la empresa es una toma de conciencia aguda de la necesidad de proteger la primera plaza del mundo, y la mejor protección que puede tener esta plaza -en la que ahora mismo el contrato sigue suspendido- es la de obrar con fe para poder abrir Las Ventas en el año 2021. Cuándo y cómo se podrá abrir Madrid no lo sabe nadie: a día de hoy sólo se habla de muertos y contagios y lo primero es la salud pública del colectivo de la nación. Con todo eso, tengo fe en que se pueda abrir la plaza de Madrid en unas fechas de tradición taurina en la capital y se puedan organizar varios festejos, pero Madrid no es un pueblo, sino que todo lo que se haga en Madrid hay que hacerlo con el sello de la calidad. En Madrid hay que tener un contenido de programación que esté en sintonía con lo que es, la primera plaza del mundo. Dar toros en Madrid de cualquier manera sería violar ese principio.
Hablamos de concursos: el referente de unión del empresariado en Málaga y Albacete es muy importante.
Pero mucho: las pretensiones excesivas e incoherentes de las entidades públicas al momento de redactar los pliegos de condiciones era un problema ya antes del COVID. La tauromaquia crea un impacto económico muy positivo para todas las ciudades que dan toros. En vez de sobrecargar económicamente al empresario, hay que liberalizarlo. Un empresario tiene que aportar la garantía de que es capaz de hacer programación de gran contenido, pero también tiene que tener la libertad de poderlo llevar a cabo económicamente. Si le damos medios, él crea los mejores carteles posibles, pero tenemos que darle medios y no coartarlo. Porque ese dinero que se quita en los pliegos es un dinero que luego va a faltar para mantener el futuro de la tauromaquia. Por tanto, los precedentes de Málaga y Albacete son esenciales.
Como presidente de ANOET, ¿cómo valora su situación y los movimientos de este invierno?
Como presidente puedo decir que estoy convencido de que ANOET, para ser una patronal eficiente, tiene que tener en el mismo barco a todos los empresarios remando a la vez. Como presidente de ANOET, ya he comunicado a mi junta directiva y a otros empresarios importantes que no están en ésta que todos debemos ir en la misma dirección democráticamente. Y aquí, como en todos los Consejos de Administración, tendrá que haber un voto democrátco para repartir los cargos ejecutivos. Estoy obrando para ello y se va a conseguir. Hay empresarios que se han salido de la Junta directiva y estoy hablando con ellos para que vuelvan, caso de Toño Matilla y caso de los Lozano. Las decisiones de ANOET, una vez con todos remando al unísono, se tendrán que adoptar democráticamente, porque aquí somos todos iguales.
De esta forma, habrá que componer una Junta Directiva. Cada candidato deberá presentar su programa y todo el mundo deberá votar de forma confidencial; desde ese momento, se llevarán a cabo unas líneas de actuación para conseguir una patronal efectiva. También puedo decir que en las últimas semanas he abierto las puertas de ANOET a Juan Bautista, Alberto García y José María Garzón (que se salieron de la asociación hace unos meses). Son empresarios de calidad y tienen que volver.
Y, por último, el Gobierno: ¿Cómo califica el abandono al que está sumiendo a la Fiesta en España?
Yo soy presidente de ANOET, pero soy francés: soy alguien totalmente legítimo y consciente de la ética general para hablar de ello. Aunque sea presidente de ANOET, no soy el mejor indicado de ser interlocutor de las instituciones españolas. Por eso, desde el Comité de Crisis en el que me tocaba estar, hemos delegado a Antonio Barrera, porque he considerado que un español debe hablar con las instituciones españolas.
A pesar de ello, puedo comentar que el Gobierno Español no está a la altura de su posición política. La política democrática sirve para tomar en cuenta a todo el pueblo, y el Gobierno no toma a la tauromaquia en cuenta, sino que la discrimina. El señor Iglesias, que siempre habla del respeto a la Constitución, debe aplicarla al 100%. El señor Iglesias no está obligado a que le gusten los toros, pero sí a respetar al pueblo, al patrimonio histórico de España y a servir la cultura e identidad española. Mientras la tauromaquia está dentro de este patrimonio, por ética y obligación política, el señor Iglesias no debería destruirla.
Por otro lado, también pienso que el PP podría hacer más por la tauromaquia, no simplemente de palabra, sino hechos concretos