A nadie se le escapa la admiración que siente Alejandro Talavante por José Tomás, un torero que le puso en el camino para dedicarse en cuerpo y alma a esta profesión tan especial. Aquella tarde de Badajoz la vida del joven pacense cambió para siempre. De ahí en adelante Alejandro apostó por centrarse únicamente en aquello que le llenaba el alma, y eso no era otra cosa que seguir los pasos de un José Tomás con el que ha tenido la oportunidad de torear ya de matador de toros, sin duda un sueño cumplido.
Con el fallecimiento de Jesús Quintero han sido muchos toreros los que han compartido la entrevista que en su momento el onubense les hizo para sus diversos programas de televisión. Uno de ellos fue Alejandro Talavante, el cual compartió en su canal de Instagram dicha entrevista.
Ahí el propio Quintero le preguntaba sobre su admiración sobre el genial torero de Galapagar y si había tenido la oportunidad de torear junto a ese torero que cambió su vida. En ese fragmento un joven Alejandro se sometía a las preguntas de un Quintero que sabía cómo nadie sacarle el máximo jugo a sus entrevistados, algo que también hizo con el pacense.
«¿Por qué no toreas con José Tomás?», le preguntaba Quintero a Talavante. «No ha llegado el momento», respondía este. «¿Y te gustaría hacerlo?», le repreguntaba Jesús. «Claro que me gustaría, te mentiría si te dijera que lo veo como como uno más, él es el culpable que yo tenga cornadas en el cuerpo, le debo lo que soy. Cuando vi a José Tomás vi el futuro, ahí es cuando decidí se torero».
Una entrevista realizada antes de producirse ese ansiado encuentro en la plaza. Fue en Gijón allá por agosto de 2011 en la alternativa de Silveti, torero de dinastía que se doctoraba en un día que pasó a la historia por todo lo que allí paso. El segundo paseíllo en el que ambos se encontraron fue en el homenaje a Víctor Barrio en Valladolid en una corrida de seis toreros.
Por el momento no se han vuelto a ver las caras en la plaza, sin embargo, sí lo hicieron fuera de ella. Dos toreros que interpretan el toreo de una forma muy especial. Podemos decir sin temor a equivocarnos que Alejandro es el discípulo de José pese a que han llevado caminos separados. La presencia de Corbacho une los lazos entre ambos, un hombre que moldeó a ambos para ser lo que son ahora. México también ayudó a darles ese toque diferencial a ambos, como por otra parte hizo con tantos toreros españoles.
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