Talavera es una ciudad muy unida al mundo del toro. Desde las antiquísimas fiestas de las Mondas queda constancia de la presencia del toro por sus calles. Hablamos de una localidad que siempre vivió muy arraigada a su campo y todavía se recuerda con añoranza la prosperidad que generaban los tratos en su Mercado de Ganado.
Esa presencia continua del mundo del toro y de los valores del campo no siempre se ha traducido en la presencia de un torero que generara la pasión de tener un orgullo taurino propio.
Si repasamos su historia el primer nombre principal es el de Morenito de Talavera quien consiguió fama y triunfos pese al frenazo de la Guerra Civil. Ahijado de Manolete, dejó su nombre y el de Talavera en gran lugar en una época de nombres de la talla de Manolete, Pepe Luis, Arruza… Sus hijos siguieron sus pasos, Gabriel alcanzó grandes triunfos, pero son madrileños de raíces talaveranas.
Como talaveranos se han considerado aquellos toreros de su comarca o se han adaptado como tales. Otro caso es el de quizás el torero más grande asociado a Talavera, Gregorio Sánchez. El de Santa Olalla tuvo una gran carrera en los años cincuenta con Madrid como estandarte y una huella de torero sobrio que mantuvo también en su gran labor como profesor en la escuela de Madrid.
El tercer torero que forma el trío de principales espadas «talaveranos» es Raúl Sánchez. Natural de San Román tuvo una vida muy ligada a Talavera. Una carrera ante lo más duro del campo bravo le valió el respeto de la profesión y son célebres imágenes suyas que demuestran el pundonor de un torero muy querido.
Estos tres espadas tienen un busto en los Jardines del Prado de Talavera en una loable iniciativa del club Taurino local para reflejar la historia taurina de Talavera y su comarca. Es obligado presentar los respetos al corazón taurino de la ciudad cuando se acude a los toros.
El cuarto torero que tiene su busto inmortalizó la plaza de La Caprichosa con su vida, Gallito pero eso es otra historia…
Talavera tiene otros matadores de toros a lo largo de su historia. El caso más destacado es el de El Niño de la Taurina, quién logró una extraordinaria carrera como novillero y éxitos también de matador hasta convertirse en el último gran referente en Talavera.
Con él hilamos a la actual ilusión local, Tomás Rufo, a quién apoderó en sus comienzos de sin caballos. Es Tomás el que en estos momentos lleva el nombre de Talavera y su comarca por todo el orbe taurino y este domingo tendrá la oportunidad de seguir ilusionando a su tierra en el cartelazo de La Caprichosa.
En su cuadrilla hay otro matador de toros talaverano, Sergio Blasco, quién se doctoró en Talavera para luego cambiar el oro por la plata. Con él podemos repasar otros nombres de matadores de la tierra como Mario Gómez, Juan de la Reina, Miguel Martín, Óscar Alba, José García o El Cerralbeño… Otros no han llegado al doctorado pero son parte de la semilla de la afición en su lucha por ello.
Todos ellos forman el legado que Tomás tiene sobre sus hombros con el deber y la ilusión de llevar el nombre de la Ciudad de la Cerámica por todo el mundo taurino.