POLÉMICA

El tendido 7 de Las Ventas ‘contraataca’ a Roca Rey: estas fueron las pancartas que le sacaron el sábado


martes 20 junio, 2023

Tanto unos como otros deben replantearse muchas cosas para que la primera plaza del mundo no se convierta en un lodazal donde la descalificación, los gestos despectivos y el mal ambiente contaminen el devenir de una tarde de toros.

Roca Rey
Roca Rey, dando la vuelta al ruedo en Las Ventas; a la izquierda, las pancartas del siguiente sábado en la plaza. © Luis Sánchez Olmedo - Twitter

Desde hace tiempo el diestro Andrés Roca Rey es un torero que no acaba de entrarle por el ojo a gran parte del sector más exigente de la plaza de toros de Las Ventas. Aficionados que tienen unos cánones muy marcados de lo que para ellos es el toreo y de donde no se van a salir al considerar que, pese a la evolución lógica de la Fiesta, siempre hay que respetar la pureza de ésta, algo que ellos no ven en la tauromaquia del peruano.

Pero el divorcio total llegó el pasado 11 de junio: ahí fue donde se evidenció una ruptura con el torero nacido allende los Mares. Una brecha que venía haciéndose cada vez más grande en los últimos años pese a los triunfos del Cóndor del Perú en Las Ventas. Toreros como Palomo Linares, Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’, Manzanares, Emilio Muñoz, Paco Ojeda, El Juli… han sufrido la exigencia y dureza de un sector que nunca se plegó ante nada ni ante nadie.

Aquí hay una cosa clara: la exigencia debe ser siempre bienvenida mientras sea constructiva y venga desde el rigor y el máximo respeto, de lo contrario será un ataque personal y mezquino hacia aquel que se juega la vida delante de un toro. El pasado sábado, gustos aparte, Andrés se jugó la vida con decisión y entrega ante un lote con demasiadas aristas como para realizarle el toreo que todos queremos ver.

Una semana más tarde, en la Corrida de la Beneficencia, el festejo comenzó con protestas desde el tendido 7 hacia la figura del peruano. Unas pancartas donde se podía leer: «Nuestro tendido es una Roca…«, amén de otra que ponía, «… y el Toro es nuestro Rey«. Un claro gesto hacia un espada, que según un sector venteño, practica un toreo ventajista, notándose un claro estancamiento en su evolución como torero.

Pero aquí hay que saber separar el grano de la paja, es decir, el núcleo duro del 7 con las nuevas corrientes que están emergiendo e imperando en determinadas zonas de la plaza. En declaraciones a El Mundo, Roberto García Yuste, se desmarcaba de esos grupos de jóvenes abonados que vienen a reventar el espectáculo. La exigencia de este tendido nada tiene que ver con la descalificación de un nuevo sector que daña la imagen del coso. Un amplio grupo que se forma en los altos de los tendidos seis y siete, lugar desde donde lanzan sus improperios dinamitando el espectáculo.

Pancartas
Pancartas en el tendido 7.

Como escribió Antonio Lorca hace unos días en El País: «Una parte del tendido 7 criticaba con dureza lo que consideraba una actitud tremendista y populista del torero, mientras este se encaraba con los discrepantes y el resto de la plaza respondía con gritos de “torero, torero”. Fueron momentos donde se perdió el sentido común e imperó el macarrismo por parte de ese sector al que todos señalan. Una parte de la plaza que se mezcla entre la masa del 7 y provocar la confusión.

Pero volvamos al núcleo duro, a esa zona de la plaza donde los aficionados critican con vehemencia aquello que no les gusta. Días atrás se quejaron, y con razón, del escaso trapío de algunos toros, e incluso denunciaron por redes y en la propia plaza la supuesta manipulación —bajo su criterio— de algunos animales lidiados en la primera plaza del mundo. Pero no fue la única pancarta que se sacó el pasado 11 de junio en Las Ventas, en el mismo tendido había otras en apoyo a la ganadería de Cuadri tras conocer que no volvería a lidiar más en un coso que gestionase el empresario Rafael García Garrido tras lo sucedido en Valencia.

“Al Tendido 7 solo se le calla cuando sale el Toro de Madrid y se torea de verdad. #vivaeltendido7” escribía un García Yuste que lleva tiempo alertando de la deriva desde hace la pandemia ha tomado la plaza. “Es que hoy en día el tendido 7 son nuestros últimos de Filipinas, los defensores de la integridad y el último bastión de la Fiesta con la grandeza que hemos conocido. Al frente solo una tauromaquia hippie y descafeinada abocada a la moda y posterior desaparición” le contestaba un aficionado.

Sea como fuere, todos deben reflexionar y buscar una solución que evite otro escándalo como el vivido el pasado 11 de junio. Madrid no pude ser un polvorín cada tarde donde se anuncie Roca Rey, no es sano ni para la salud de la plaza ni para la de un torero que debe controlar ciertos gestos, esos que acaban encendiendo la mecha de un sector cansado de ser siempre el centro del las críticas.