El diestro Morante de la Puebla ha sido arrollado sin consecuencias aparentes por el tercer toro de Domingo Hernández esta tarde en el coso de Cuatro Caminos de Santander, durante la tercera de abono de la Feria de Santiago. El percance tuvo lugar mientras recuperaba una antigua suerte con el capote, sujetándolo por la esclavina y citando al toro con la misma mano, en un alarde de inspiración creativa y riesgo.
En el momento del cierre de ese saludo, el animal se vino directamente al cuerpo del torero. Aunque Morante logró esquivarlo parcialmente, recibió un fuerte golpe Afortunadamente, todo quedó en un susto, sin consecuencias físicas de gravedad.
El suceso ocurrió durante el tercer toro del mano a mano que protagonizó con Juan Ortega, uno de los carteles más esperados de la feria y, sin duda, uno de los acontecimientos más señalados de la temporada taurina.
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Así hemos narrado la lidia al completo de ese tercer ejemplar por parte de Morante en Santander

El tercero fue un toro ensillado y engatillado, también de Domingo Hernández, que salió enterándose. A su aire, corretón y desentendido, abanto, Morante lo paró con varios lances añejos. Con medio capote, agarrado por la esclavina para pegar cuatro, cinco quizás, chicuelinas, a pies juntos. Ya con el capote desplegado, cuando lo recogía, fue arrrollado, tras ponerle el pitón izquierdo a la altura de la hombrera. Sin consecuencias aparentes. Fue un toro este tercero muy desabrío, que buscó el pecho de la montura en varas y marcó querencias. Obligó a Iván García a un tercio de gran exposición, por el que saludó desde dentro del callejón. Luego Morante lo tanteó en paralelo a las dos rayas, peor el animal, sin humillar, tendía a vencerse por dentro. Motivo por el que su quehacer no pasó de ahí más que un torero macheteo en los costados. No lo vio claro con los aceros.
Otros percances de Morante este verano

Este percance se suma a otros que ha sufrido el torero sevillano en las últimas semanas. El pasado domingo, en la Feria de Santa Ana de Roquetas de Mar (Almería), también fue arrollado en el ecuador de faena, igualmente sin consecuencias. Y antes, en la corrida celebrada el pasado mes de junio en la localidad madrileña de Móstoles, otro toro le golpeó y le hizo perder varios contratos.
A pesar de estos incidentes, Morante de la Puebla está cuajando una temporada excepcional, quizá la más rotunda y artística de su carrera. Entre sus hitos más destacados figuran la histórica salida a hombros en Madrid por la Puerta Grande el pasado 8 de junio en la Corrida de la Beneficencia, su doble trofeo en Sevilla, y la consecución de un rabo tanto en Jerez como en Salamanca.
Morante, en estado de gracia, está demostrando una entrega y una creatividad inusuales incluso en su brillante trayectoria, combinando momentos de inspiración con una asunción del riesgo que, como esta tarde, le pasa factura… aunque de momento, sin daños que lamentar.