JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOS: TONI SÁNCHEZ
Aunque es extremeño, considera La Rioja y Arnedo como su casa. Tomás Campos confirmó alternativa el año pasado en Madrid dejando una gran sensación a pesar de no haber premio, el sábado pasado triunfó en el Arnedo Arena y ahora le hará frente a su preparación de cara a su cita en San Isidro. T
Enhorabuena por el triunfo en Arnedo. Dejaste la forma tan personal de hacer el toreo que predicas, ¿cómo viviste el festejo?
Me tomé la tarde con un punto mayor de responsabilidad por querer hacer disfrutar con la gente que me apoya a diario, que confía en mí. Tuve ese puntito más de querer que todo salga bien, y con las embestidas que se prestaron vivimos una tarde buena de toreo.
Además, junto a tu maestro, Diego Urdiales…
Sí, junto a él intenté analizar las embestidas de los animales, que quisieron tener buenas intenciones, pero por falta de fuerza se acababan pronto. Con ello valió para poder, en conjunto, dar una bonita tarde de toros sin llegar nunca a salirnos de nuestro concepto y nuestra forma de concebir la tauromaquia.
Tendrías una plena tranquilidad esa tarde al saber que estabas en San Isidro.
Me tomo la vida por el día a día, por el presente, por el momento… San Isidro llegará cuando tenga que llegar. Yo he vivido por y para el toreo en el día a día, y quiero ser feliz con lo que está aconteciendo actualmente. Sé que San Isidro es muy importante y si estoy convencido, sé que daré lo mejor de mí cuando llegue esa tarde.
Dejaste grandes y sentidos muletazos el año pasado en Madrid y eso te ha valido para repetir.
Sí, no entraron los aceros como lo tuvieron que hacer pero estar en San Isidro quiere decir que lo que allí aconteció tuvo algo de especial interés. La empresa ha tenido fe en que soy capaz de dar una gran tarde de toros.
Las Ramblas, Morenito y Del Álamo, ¿qué experiencia tienes con el hierro?
No he matado nada, pero sí he lidiado cosas que venían de esa procedencia. Es una ganadería que la tengo analizada en cuanto a encastes y a embestidas, y trataré de imprimirle el toreo que yo siento. Estoy convencido de que es una gran ganadería que embestirá.