Tomás Rufo, es sin duda, el novillero del momento. Con tan sólo 21 años, tiene por delante un futuro espectacularmente prometedor y es consciente de que está llamado a hacer algo importante en el mundo del toro. Es lo que se desprende sobre todo de sus últimas tardes como novillero, en las que ha exhibido una seguridad delante de la cara del toro y unas capacidades impropias para su edad y con las que pide a gritos retos mayores. Y, además, tiene la virtud de saber torear despacio. El de Pepino ha ilusionado especialmente a la afición toledana, que ha depositado en Tomás sus esperanzas de que la cuna de toreros como Domingo Ortega, Los Lozano, Gregorio Sánchez y otros muchos más, vuelva a forjar un torero importante. El domingo tendrá la oportunidad de torear ante sus paisanos en la fecha más señalada para su ciudad, el Corpus Christi, en un cartel que aúna el presente y el futuro de la provincia.
El novillero de Pepino es la esperanza de futuro de un cartel del Corpus que reúne a un toreo que ha llevado durante muchos años sobre su espalda la responsabilidad de representar a la provincia de Toledo en las principales ferias y a otro que ha tomado el relevo en el presente. Durante años, Eugenio de Mora ha hecho gala con orgullo de su tierra por las grandes plazas, aunque ahora ha cedido el relevo a un Álvaro Lorenzo que se ha convertido en principal torero toledano en las grandes ferias.
Tomás es consciente de que tiene muchas posibilidades de ocupar ese puesto en el futuro y afronta el reto con mucha ilusión: “Esto es un camino muy largo que hay que recorrer. Me ilusiona mucho que la gente de Toledo me espere, me aprecie y esté deseando empujarme y sacarme hacia arriba. Tengo que seguir dando motivos para que la afición siga con esa ilusión y para que sigan teniendo ganas de verme y de acompañarme».
«Estoy feliz de poder vestirme de luces en una fecha tan importante en el calendario taurino»
El domingo tendrá una nueva oportunidad de seguir dando motivos en el Coso de Mendigorría, donde ya se presentó el año pasado por el mes de octubre. “Tengo mucha ilusión de poder volver a Toledo. El año pasado pude hacer el paseíllo y tuve un triunfo importante cortando dos orejas a un novillo. Tuve muy buenas sensaciones. Ahora estoy feliz de volver a Toledo en una corrida de toros mixta en un cartel cien por cien toledano en el que estoy seguro de que pasarán cosas interesantes y la gente disfrutará tanto como nosotros” señala.
Conocedor de la importancia que tiene una fecha como el Corpus para su ciudad, el de Pepino reconoce que torear en un día tan especial lo ilusiona sobremanera. “Torear en el Corpus me hace especial ilusión ya que es la primera vez que puedo hacerlo. Es una fecha muy importante en el calendario taurino. Me hace muy feliz y me ilusiona mucho poder vestirme de luces ese día” explica.
Además, el cartel se completa con los toros de El Cortijillo y los novillos de Alcurrucén, también toledanos y de una casa que Tomás Rufo conoce muy bien, ya que la Casa Lozano dirige su carrera desde este mes de marzo. “La ganadería de Alcurrucén es de las más importantes. Afortunadamente, he tenido bastantes triunfos con ella y tengo recuerdos muy bonitos de las tardes en las que me he anunciado con esta ganadería” confiesa.
«La tarde de Vistalegre estuve muy a gusto, relajado, con la mente despejada y sobre todo pude torear muy despacio»
El novillero llega a Toledo en un estado pletórico tras el golpe de efecto de Vistalegre, donde cortó tres orejas en una actuación rotunda en todos los sentidos. “Fue una tarde a la que iba muy mentalizado y responsabilizado. Me lo planteé como una de las tardes más importantes que podía tener esta temporada. Estuve muy a gusto, relajado, con la mente despejada y sobre todo pude torear como me gusta, que es muy despacio” explica.
Sin embargo, reconoce que la tarde se puso cuesta arriba con el horrible percance que sufrió su compañero Manuel Perera. “Fue una cogida muy grave, no sabíamos el alcance de la cornada y vivimos momentos angustiosos en el callejón hasta que nos dijeron que su vida estaba fuera de peligro. Ahí ya pude respirar y poner la mente en la tarde, al segundo novillo lo cuajé y la gente disfrutó mucho conmigo. Antes, en el primero caí de pie en Vistalegre cortando una oreja y eso ayudó mucho a tirar la tarde hacia adelante” reconoce.
«No sé cuando llegará mi alternativa, pero sé que cuando llegue estaré preparado para tomarla»
Con tardes así, el toledano demuestra que está sobradamente preparado para retos mayores, aunque prefiere mantener la cabeza centrada en el día a día y el futuro más inmediato. “De momento sólo pienso en el domingo. El momento de la alternativa llegará y espero que cuando llegue esté muy preparado para competir, entrar en grandes carteles y dar la cara. No sé cuando llegará mi alternativa, pero sé que cuando llegue estaré preparado para tomarla. Es algo que dejo en manos de mis apoderados, yo sólo me preocupo de entrenar, con eso ya tengo suficiente” señala entre risas.
Y es que es consciente de que está en las mejores manos, junto a la Casa Lozano, que tantas veces ha apostado por la materia prima toledana. «Estar al lado de gente tan profesional y tan importante es genial. He aprendido mucho a su lado y estoy entendiendo el toreo cómo debo. Voy mucho a su casa y es un privilegio estar allí, poder escucharlos y conversar con ellos es algo que me aporta mucho como torero».
Y es que pese al nivel demostrado hasta el día de hoy, Rufo sabe que «en el mundo del toro nunca se para de avanzar». «Cada día se aprende algo nuevo y se puede dar una vuelta más a tu toreo. Me preocupo en eso, por avanzar, nunca tocar techo y seguir mejorando. Ojalá el domingo pueda demostrarlo en una tarde tan bonita y la gente pueda volver a ver que hay motivos para seguir acompañándome» sentencia.