De impacto. Así fue la actuación del toledano Tomás Rufo ayer en Bayona dentro de la novillada matinal con el hierro de Los Maños en la que, aunque salió a hombros Manuel Diosleguarde, también fue la sorpresa del festejo la presencia del manchego. Además, con el condicionante de hacerle frente a todo un calvario tras salírsele el hombro mientras lidiaba al segundo de sus ejemplares santacolomeños.
Dejó sobre la arena del coso galo todo un recital de toreo puro y, sobre todo, de mucha cabeza. Cabeza para estructurar, cabeza para trazar, cabeza para elegir terrenos y tiempos y, lo más importante, cabeza para saber administrar una mañana en la que necesitaba precisamente eso, razón, para hacerle frente al imponderable de la lesión de su hombro.
Ya atisbó Madrid en julio y agosto el gran impacto que significaba el joven en su irrupción en este escalafón y ahora ha sido Francia De la mañana, Rufo reseña que “fue muy bonita. La afición francesa es encantadora y muy respetuosa con los toreros. Una cosa que me marcó fue ese silencio que mantienen”, añade.
RUFO, SOBRE LA LESIÓN DE HOMBRO: “ESTOY JODIDO”
“Es muy duro saber que tienes una lesión y no saber cuándo ni cómo te va a visitar”, dice resignado el novillero a Cultoro tras su actuación. “Estoy jodido”, confiesa. “Fue una mañana muy bonita. Era mi presentación en Francia como novillero con caballos y qué mejor que hacerlo en Bayona, una plaza de primera categoría. Di una gran dimensión… pero la maldita lesión vino a visitarme”, reseña a este medio el joven, que tuvo que entrar a la enfermería unos minutos para que le colocaran la extremidad y posteriormente salir a dar muerte a su oponente.
“Me quedé sin fuerza en el brazo. Cuando me cogió, lo hizo casi en la puerta de chiqueros, y la cuadrilla tardó en venir unos segundos que a mí se me hicieron eternos. Me tiró hacia arriba y ahí fue cuando se me salió”, explica Rufo sobre el momento del percance. “Fueron momentos de mucho dolor, fueron instantes muy duros”, admite.
TAMBIÉN SUFRIÓ EL MISMO CALVARIO EN MADRID
Ya en el ciclo de novilladas nocturnas de Las Ventas, Rufo vio cómo también se le salió el hombro, sobreponiéndose en aquella ocasión también a las circunstancias. Posteriormente, entrenando con una vaca en el campo, también volvió a sucederle, lo que le impidió hacer el paseíllo en la localidad de Añover de Tajo. Ahora, lo que más le preocupa es el peligro de los próximos compromisos, especialmente el del Alfarero de Oro de Villaseca de la Sagra: “Me hace muchísima ilusión torear allí por todo lo que significa esa plaza para mí, pero dependo de esta lesión. Es una lástima, pero el hombro marcará los tiempos”.
Lo que sí que no se le va de la cabeza es su fecha en la Feria de Otoño madrileña, donde está anunciado en el festejo que abre el ciclo venteño: “Hay que recuperarse. Personalmente es muy duro para mí saber que tienes una lesión y que en cierto momento te puede visitar. Sé que la cabeza es lo más importante, y si está despejada no te acuerdas ni de la lesión, pero las heridas se deben curar bien”, explica.
FOTOS: EMILIO MÉNDEZ