Hace diez o quince años hablar de llenos en Talavera era poco más o menos que parecer un loco o alguien que acababa de disfrutar hasta tarde en la feria.
Los mayores te decían que la plaza estaba muerta y te repetían como un mantra que «cualquier tiempo pasado fue mejor». Esta filosofía de vida podría extrapolarse a todos los puntos de Talavera: el fútbol y Beasain, el mercado de ganado, el desaparecido CLM Talavera, el tren, el ocio…
Pues bien, la plaza no estaba muerta. Tomás Rufo pudo comprobar en su debut con caballos como estaba la plaza, ya que gracias a esas decisiones inverosímiles de Talavera hubo que montar un festejo corriendo y debutó ante poco más de centenares de personas.
Lo fácil hubiera sido rendirse o incluso vengarse pero Tomás siempre tuvo claro que Talavera se recupera entre todos y ahí está su hoja de servicios como elemento principal de la recuperación taurina de la ciudad ya que con él volvieron las figuras y los llenos.
Tomás representa a una generación de talaveranos, con muchos jóvenes, que se niegan a aceptar la derrota que aparece muchas veces en el ADN de Talavera y que quiere recuperar la gloria para su ciudad.
Los Cubelos, Sandra, Carlos Máster Chef, Manu Trigueros, Alarza, Álvaro Bautista, la afición del Talavera, las Asociaciones como la Fray Hernando que recuperó el Camino de Guadalupe, las locales como la Puerta de Zamora que cada semana propone una actividad que da vida a Talavera… O Don Aurelio que nunca dejó de creer.
Tomás ha elegido a Talavera para una de sus tardes más importantes y sabe que está sembrando futuro ya que una plaza fuerte es el principal argumento para que las generaciones futuras de toreros que están naciendo: Fran de la Llave, Óscar Sierra, Javier Cano, Marta Martín, Pedro, Sergio Moreno… tengan también su oportunidad en casa siendo Talavera un auténtico trampolín.
La cita será el 21 de Septiembre y Talavera ya espera con orgullo a su paisano pero también a una figura del toreo. El compromiso de Tomás con Talavera es indudable y ahí está que ha competido en su ciudad con todas las figuras y no ha fallado en el triunfo viéndose obligado cada tarde a mejorar la anterior por la exigencia lógica de su condición. La expectación es máxima para un día muy especial