TALAVERA DE LA REINA

Una historia que valorará el tiempo: Tomás Rufo y Talavera


jueves 15 mayo, 2025

Este próximo domingo hará por octava vez el paseíllo en La Caprichosa como matador de toros y a nadie se le escapa que si eso ocurre es porque cada tarde ha dado todo lo que tiene y más marcando en rojo la fecha en su calendario.

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Rufo en Talavera.

Tomás Rufo está escribiendo cada día su propia historia en el mundo del toro y uno de los capítulos más importantes es el que está llevando a cabo con Talavera.

Este próximo domingo hará por octava vez el paseíllo en La Caprichosa como matador de toros y a nadie se le escapa que si eso ocurre es porque cada tarde ha dado todo lo que tiene y más marcando en rojo la fecha en su calendario.

La historia de la plaza de Talavera es apabullante ya que por ella han pasado todas las figuras del siglo XX y en ella ocurrió uno de los hechos más recordados por los aficionados al mundo del toro.

Pues en estos últimos cuatro años Tomás ha logrado recuperar la alegría en los tendidos y ya es más difícil ver el peculiar cemento de la caprichosa siendo más fácil ver colas monumentales en los jardines del Prado.

Tomás se ha echado a sus espaldas más de una vez la feria como en septiembre pasado en la que realizó una encerrona para la historia y nunca ha dudado de acudir ante su gente. Unos aficionados que le empujaron desde novillero y que ahora le exigen y disfrutan con la ilusión por bandera.

En estos años se han medido a las principales figuras del toreo haciendo que Juli, Manzanares o Morante se conviertan en habituales en unos carteles donde hacía prácticamente veinte años algunos de ellos no acudían.

La historia de las tardes ya queda vivida y la competencia con las figuras ha mostrado un nivel superlativo de Tomás. A nadie se le escapa que muchos acudirán el domingo esperando un paso más de un torero que se vacía para Talavera espoleado por dos figuras del toreo en una cita que ya está marcada en rojo en el calendario.

La historia de Tomás y Talavera será valorada con el paso del tiempo porque gracias a la categoría del coso y a la condición del torero a nadie se le escapa que nadie piensa que su presencia se deba por su lugar de nacimiento y sí por el paso más dado cada tarde.