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El ‘golpe de suerte’ de Raúl Cámara, el ‘torero’ de Netflix en la serie Berlín: «Me acordé de Víctor Barrio cuando toreaba en el rodaje»


lunes 8 enero, 2024

Raúl Cámara es el novillero que cierra con un entrenamiento en la plaza de Aranjuez la serie Berlín, que se estrenó en Netflix la pasada Navidad. Hablamos con él.

Alonso
El novillero Raúl Cámara y el banderillero Raúl Palancar, junto al actor Pedro Alonso. © R. C.

Se llama Raúl Cámara, es novillero con caballos y, sin esperárselo, es el torero más conocido de Netflix. Ha puesto el cierre de oro a la serie ‘Berlín’, el nuevo fenómeno estrenado la pasada Navidad y protagonizado por Pedro Alonso, Tristán Ulloa y Michelle Jenner. Después de efectuar el robo de las joyas millonarias en París, salvar decenas de controles policiales y entrar de nuevo en España, su regreso a la madre patria les llevó a un cierre de serie para nada esperado: Alonso y Ulloa, dos de los nombres fundamentales de la serie, reflexionan acerca de la vida en la escena final sentados en los tendidos de la plaza de toros de Aranjuez.

En el centro de ese ruedo centenario es cuando aparece en escena el novillero, al que un ‘golpe de suerte’ acompañó cuando la productora visitó por vez primera el coso del Real Sitio. «Me acordé de Víctor Barrio cuando toreaba en el rodaje«, comienza explicando en palabras a Cultoro el novillero, «y lo tuve en mi mente porque su mayor lema era que la tauromaquia no había que defenderla, sino enseñarla. Y, de alguna manera, y aunque haya sido de forma totalmente fortuita, me siento parte del proyecto que dejó aquí Víctor», confiesa Cámara, oriundo de la localidad madrileña de Colmenar de Oreja y que entrena cada día con su banderillero Raúl Palancar en el coso arancetano.

Dos paseíllos en Madrid y uno en la Plaza México

Ruedo
El novillero, durante el rodaje. © R. C.

Raúl, espada sin antecedentes taurinos, se puso por primera vez delante de una becerra con tan sólo diez años. Desde su debut con caballos en 2007 su carrera ha estado llena de vaivenes, pero con la pasión por el toreo como forma de vida. Ha hecho el paseíllo en dos ocasiones en Madrid y en una en la Plaza México, y tiene el sueño de «completar la novillada que me queda para llegar a las reglamentarias y tomar la alternativa este año», expresa a este medio.

«Realmente, la grabación fue coincidencia con que reaparecía el año pasado de cara a tomar la alternativa. Estaba entrenando como todos los días en la plaza de toros de Aranjuez, y llegaron a ver qué planos iban a hacer. No iban a contar con toreros ni nada, simplemente iban a grabar la plaza. Al ver que estaba en los medios entrenando, les gustó cómo lo hacía con el carretón. En principio sería solamente esa imagen; se barajó echar animales para lidiarlos, pero finalmente no se hizo y se descartó esa opción», señala Cámara.

«A mí me pareció un poco raro entrenar de luces, pero hay que ver que más del 90% de la audiencia de Netflix no sabe que se entrena de esa forma, sino con chándal«. Y expone sobre por qué ejecutó ese quite que «la lopecina es la suerte de capote más llamativa, por eso la hice».

«Tuvimos trato de actor, con nuestro camerino»

Rodaje
Otra imagen del rodaje, © R. C.

Incluso recuerda que «tuvimos trato de actor, con nuestro camerino. Tuve tiempo de compartir unas palabras tanto con Tristán como con Pedro Alonso». Y explica que «Tristán es más introvertido, pero Pedro se interesó más por mí. Me preguntaba por el vestido, si no me daba miedo cuando veía un toro tan grande… y nos dimos cuenta de que a pesar de que entre los guionistas había un antitaurino, al 80% de la gente le llamaba la atención nuestro mundo».  

Desde 2015 hasta 2023 ha hecho solamente tres novilladas, «alguna por orgullo, como una en mi pueblo que hubo una sustitución y ni siquiera contaron conmigo. Pero me reivindiqué», explica.

«Este año quiero llegar a ese sueño de ser matador de toros»

El año pasado decidió reaparecer para doctorarse en 2024: «Lidié una novillada en el pueblo de mi madre, Villaconejos; tenía apalabrada la alternativa y finalmente no se dio por temas ajenos y no se pudo hacer. Este año estoy ilusionado con el 2024. Quiero hacer esa última novillada que me falta y llegar a ese sueño de ser matador de toros. Cuando yo era niño, con 10 años me apunté a la Escuela Taurina, solamente sabía que esto era lo que me apasionaba y lo que me hacía llegar a los sueños. Ahora lo mantengo«, concluye.