Existe un gran vínculo entre los toreros y las cofradías desde hace más de un siglo en Sevilla. Con el paso de los años y el auge de otras hermandades de barrio, muchos han sido los diestros que crearon una estrecha vinculación con una serie de hermandades. Nombres hay muchos, de Sevilla y de fuera de ella, algo que no ha sido impedimento para que muchos de ellos se metieran de lleno -alguno incluso como Hermano Mayor- en esas hermandades donde la devoción era alta.
No se entendería la Semana Santa de Sevilla sin las imágenes que atesoran mayor devoción en la ciudad y parte del mundo: el Señor del Gran Poder y la Esperanza Macarena, dos imágenes icónicas de la ciudad a las que han estado estrechamente ligadas un gran número de matadores de toros. Junto al Señor de Sevilla han procesionado diestros de la talla de Chicuelo, Rafael Ortega Gallito o Tomás Campuzano entre otros, destacando parte de la familia Vázquez, también muy vinculada a la Hermandad de San Bernardo.
Dentro de la nómina de espadas en activos hay una serie de espadas que sienten una especial vinculación por una hermandad en concreto, ese es el caso del peruano Andrés Roca Rey, diestro que llegó muy joven a Sevilla, empapándose desde el principio de las tradiciones de esta ciudad. Y si hay una Hermandad por la que profesa especial devoción Andrés esa es la de la Estrella de Triana, que procesiona cada Domingo de Ramos por las calles de la ciudad -este año, Roca Rey no la podrá acompañar, porque ese día torea en la localidad abulense de Arenas de San Pedro-.
De hecho, el pasado año Roca Rey donó a esta Cofradía el traje de luces, de color nazareno y oro, que portaba en la tarde del pasado 21 de abril en la que se abrió para él la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza de Caballería tras cortarle una oreja a su primer toro y las dos al segundo que lidió sobre el albero. Era la primera vez que cruzaba este umbral el peruano, después de que las presidencias se lo hubieran negado en varias ocasiones anteriores.
La entrega de esta prenda tuvo lugar el 26 de septiembre en la propia capilla de la hermandad, depositándose el traje a los pies de María Santísima de la Estrella y en presencia del hermano mayor, Carlos Martín Vázquez. Esta fue la imagen:
Los toreros y las Cofradías de Sevilla a lo largo de la historia
Respecto a la Macarena destaca la figura de Joselito “El Gallo”, miembro de la Junta de Gobierno en diferentes mandatos y uno de los matadores de toros más importantes de la Edad de Oro. Pero no fue el único espada con una vinculación directa con la hermandad, destacando la figura de Ignacio Sánchez Mejías, Pepín y Rafael Martín Vázquez, Andrés Luque Gago, Julio Aparicio, Eduardo Dávila Miura o Rafael Serna, entre otros. Dentro del mundo del toro también hay dos familias ganaderas que tienen mucho peso específico en esta hermandad: las de Pablo Romero y Miura, ocupando José de Pablo Romero y Eduardo Miura Fernández el cargo de hermano mayor.
A lo largo de la historia han sido muchos los espadas vinculados a cofradías a ambos lados del río, hermandades que por su idiosincrasia llegaron a lo más profundo de una serie de matadores que formaron, y forman parte activa de la hermandad. Si Josellito fue hermano de La Macarena, Belmonte lo fue del Cachorro, saliendo de maniguetero del palio de la Virgen del Patrocinio pese a sentir gran devoción por el cristo de la Expiración. Amén de la Hermandad de la calle Castilla, también hubo otros que unieron sus caminos a hermandades de Triana: Antonio Ordóñez (Hermano Mayor de la Hermandad entre 1978-1982), Francisco Rivera ‘Paquirri’, su hijo, Francisco Rivera Ordóñez o Emilio Muñoz con la Esperanza de Triana, Sebastián Castella y Andrés Roca Rey con la Estrella o Alfonso Cadaval con San Gonzalo.
Pero al otro lado del río existen un sin fin de hermandades donde la vinculación de los toreros es total, destacando por encima de todas San Bernando y El Baratillo, ambas en la nómina del Miércoles Santo. La primera de ellas ha tenido una vinculación muy especial con las familias Rodríguez, Carmona, Trigo o Vázquez. Joaquín Rodríguez “Costillares”, Curro “Cúchares”, Mnaolo Vázquez, Pepe Luis Vázquez o Diego Puerta han sido vario de los espadas vinculados con la corporación.
Por su parte, diestros como José Delgado Guerra (Pepe Hillo), Cayetano Ordóñez y Aguilera (Niño de la Palma), Antonio Ordóñez Araujo (hijo del Niño de la Palma), Antonio Ordóñez, la saga de los Silveti, Manuel Díaz González “El Cordobés», Miguel Báez Spínola “El Litri“ o José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla” son varios de los espadas que completan una amplia nómina de hermanos toreros.
Curro Romero, el Faraón de Camas, es hermano Los Gitanos, Manolo González y sus hijos estaban muy unidos a la hermandad de la Trinidad, existiendo, amén de todos los nombres antes citados, una gran amalgama de espadas que con el tiempo han ido uniendo sus vidas a un gran ramillete de hermandades, quedando claro que el mundo de la tauromaquia y el de la Semana Santa están estrechamente unidos.