El siguiente vídeo está filmado por las cámaras de Toros para Todos en la Ganadería de Virgen María y Santa Ana, en la sierra norte de Sevilla. En uno de los cercados hay un toro que necesita ser curado, debido a lo escarpado del cercado es difícil separar a los animales sin alterarlos, de ahí que el veterinario Juan Miguel Mejías decida dormir al toro con una cerbatana para así poder realizar la operación separando al resto de los animales.
Pero hay que tener cuidado: si el resto de los hermanos ve que su compañero anda débil pueden hacer por él y volver a pegarle hasta matarlo. Como vemos en las imágenes, los animales no tienen fundas, por lo que la cornada de darse sería de extrema gravedad. El toro es consciente de la merma física que tiene, de ahí que quiera apartarse y buscar la zona más agreste del cercado.
Hay que hacerlo todo pausado, sin correr, porque lo que se pretende es dormir al toro, de lo contrario no hará efecto la anestesia ya que la adrenalina dejaría sin efecto esa anestesia que se le ha inyectado. El toro ha caído en una zona muy complicada para realizar la operación, pese a todo poco a poco se consigue mover al toro para dejarlo en una posición más fácil de cara a la operación.
Tiene un varetazo encima de la parte testicular y hay que operarlo de esa cornada interna. Tras intervenirlo, la situación se ha complicado, durando más de una hora. Por suerte el toro ya está curado, pudiéndose lidiar sin problema durante la temporada siguiente. Está profundamente dormido, incluso se escuchan los ronquidos de éste, algo importantísimo para operar con calma.
Se le echa agua en la herida una vez terminada la operación para que sus hermanos no le huelan y evitar así -como contábamos antes- que le vuelvan a pegar y se abra la herida nuevamente. El toro tenía una hernia y el cercado donde está no ayuda para nada a su recuperación debido a lo escarpado del mismo y a la cantidad de animales que hay allí.
Le preocupa el despertar del toro en la zona escarpada, inclinada, con pendiente donde se quedó dormido. Los golpes tremendos de las sucesivas caídas pueden romper los puntos de la operación. Impresionantes imágenes del difícil, peligroso y vulnerable despertar del toro tras los efectos de la anestesia.