Tarde de gran expectación la de hoy en Bilbao, primera comparecencia tanto de Morante de la Puebla y Paco Ureña en esta Semana Grande en un cartel que remataba Alejandro Talavante tras no poder comparecer el peruano Andrés Roca Rey. Los toros reseñados para este viernes eran de las divisas salmantinas de Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto.
El murciano se reencontró en Vista Alegre con su toreo más puro y arrebatado en una tarde en la que tiró de épica y verdad para cortar dos orejas que pudieron ser tres, Talavante dejó faenas intermitentes en las que hubo pasajes de calidad y Morante pasó por la Aste Nagusia con más sombras que luces.
Morante, destellos de torería con el rajado primero
Al primero, un animal serio de más de 610 kilos, lo recibió Morante en el tercio, pudiendo dibujar cuatro verónicas de la casa, recargadas del barroquismo que es santo y seña de su tauromaquia. Completó un gran tercio de varas Aurelio Cruz, que fue aplaudido por el público. Por bajo comenzó faena el de La Puebla ante un animal que se sentía cómodo junto a tablas. Por allí le tuvo que armar el trasteo Morante, que aprovechó las inercias para recetar buenas tandas por el pitón derecho, en las que dejó destellos de su tauromaquia. Fue acusando cada vez más la querencia en las postrimerías del trasteo, buscando toriles, el terreno en el que Morante cerró la faena por bajo antes de cobrar media estocada en buen sitio.
Talavante, oreja en una faena de buenos pasajes por el pitón derecho
Abanto, sin querer tomar los vuelos y frío de salida saltó el segundo, comportamiento habitual en los toros del encaste Atanasio. Picó al toro Manuel Cid y parearon con eficacia Miguel Murillo y Manuel Izquierdo. Obediente y repetidor fue el animal en la franela de Talavante, que tras las primeras tandas de acople, se ajustó más por el derecho en una serie en redondo. Llevaba la cara a media altura el astado charro, pero su repetición permitía al diestro extremeño ligar las series sobre todo por el derecho, llegando arriba. Cerró la faena por alto y enterró una estocada arriba, teniendo que recurrir al estoque de cruceta.
Matías le niega la segunda oreja a Paco Ureña tras un faenón de verdad
Abanto de salida también fue el tercero, con el hierro de La Ventana del Puerto, que imposibilitó el lucimiento con el capote de Paco Ureña. No quiso sentir el hierro en el caballo, quedando bastante crudo el animal. En banderillas, vivió un momento de apuro Azuquita, cuando el toro lo prendió e hizo por él junto a tablas, y pareó de manera muy ajustada Agustín de Espartinas, recibiendo una ovación. Azuquita tuvo que pasar a la enfermería. Cuando Paco se quedó a solas con el manso animal, sabía que era su momento. El inicio por bajo obligándolo fue clave para el desarrollo de la faena, que se realizó entre las dos rayas de picar. Allí expresó Paco Ureña su verdad, ese camino que nunca ha abandonado y al que siempre ha sido fiel, que es sinónimo de su tauromaquia y de su manera de entender la fiesta. Y en el inmejorable escenario de Bilbao, la plaza que lo encumbró en 2019, se reencontró con ese toreo que es una explosión de pureza, sentimiento y emoción, de pata pá lante, pecho pá fuera y ponerse en el sitio para romperse por abajo. Lo hizo especialmente en dos tandas en las que desplegó su toreo más arrebatado, ese que no engaña ni miente porque viene de lo más profundo del artista ante un animal que se fue poniendo arisco por momentos. Se fue a por la espada y se tiró de manera espectacular, prendiéndolo el animal en una cogida fea en la que le hizo hilo y a punto estuvo de herirlo. El animal rodó sin puntilla.
Morante abrevia con un cuarto sin historia
A Morante el cuarto no le convenció de salida, y tampoco mejoró su comportamiento en el caballo y en los capotes. Lo probó al hilo de las tablas por el pitón derecho, dejando ver la condición deslucida del animal, con una embestida cansina y sin finales. Terminó abreviando y macheteó antes de cobrar una estocada habilidosa.
Talavante, ovacionado con una faena al quinto que no terminó de romper
A media altura embestía el quinto, un animal que tampoco terminó de entregarse ni en el percal ni en la muleta de Alejandro Talavante, que quiso justificarse intentando armar faena por el derecho. Destacó especialmente un cambio de mano que tuvo mucho sabor en una faena intermitente, en la que hubo ajuste por momentos sobre todo por el pitón derecho. Se rajó el animal, muy cerrado en tablas en el final de faena y tuvo que hacerlo todo Talavante en la suerte suprema enterrando una estocada caída.
Paco Ureña sella una nueva faena llena de compromiso y corta una nueva oreja al sexto
Salió Paco Ureña de la enfermería, algo mermado tras la cogida del sexto, pues su compromiso con una plaza que lo respeta y lo admira no le permitía quedarse sin estoquear al sexto. El animal fue frío de salida y protestado por estar visiblemente dañado de la mano derecha. Sin embargo, Matías decidió mantenerlo en el ruedo. La faena de Paco Ureña fue de nuevo un derroche de compromiso y entrega con el toro y con una afición que le tributa un cariño especial. Se puso siempre y buscó esos naturales para romper la cadera por el pitón izquierdo, que no terminaron de llegar por la condición del animal, que perdía las manos si le llevaba muy por abajo. Pero se gustó el murciano, dejando naturales de verdad y mérito, siempre en el sitio y cerrado el trasteo con unos ayudados por bajo que fueron de lo mejor de la faena, conduciendo la embestida hasta el final. Se tiró de nuevo a matar de verdad y cobró un espadazo arriba.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Vista Alegre, Bilbao. Corridas Generales, séptima de abono. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada.
Toros de Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto (3ª y 4ª). Se rajó el animal buscando tablas y acusando la querencia durante el trasteo; Embistió con repetición el segundo, al que le faltó un punto de humillación.; Manso y huidizo, se puso violento en las telas; Muy deslucido el cuarto, que no se entregó en ningún momento; Le faltó entrega al quinto, que terminó rajándose en tablas; Protestado fue el sexto, que acusó un daño en la pata derecha.
Morante de la Puebla: Ovación con saludos y silencio
Alejandro Talavante: Oreja y ovación con saludos
Paco Ureña: Oreja con fuerte petición de la segunda y oreja
Incidencias: El público obligó a saludar a Paco Ureña al finalizar el paseíllo, que también sacó a saludar a sus compañeros.
GALERÍA: Jokin Niño