Lleva dos años sin pisar con asiduidad las dependencias de El Bibio, y a un tio como Carlos Zúñiga, que hasta le puso ese nombre a su yeguada, eso le duele en lo más hondo. Después de lograr lo más difícil, que era devolver los toros a la centenaria plaza después de una pandemia demoledora, de pronto, sin nadie que pudiese esperarlo, vio cómo la alcaldesa tiró de tintes totalitarios y puso en prenda sus santos redaños para que no volviesen a celebrarse corridas de toros en un espacio que nació precisamente para ello. Lo que tiene la vida política es que nunca puedes escupir para arriba. Por aquellas leyes que dejó escritas un tal Newton y que son bastante más ciertas que todas las mentiras que usan los políticos para tomar una decisión; si lo haces, te caerá encima.
Pero parece que no es sólo en materia taurina donde ha producido descalabros masivos el gobierno presidido por la doble de Mariví Romero en sus años mozos, por lo que no es descabellado pensar en el cambio de Gobierno dentro del Consistorio gijonés. ¿Y si lo hubiera o hubiese, qué ocurriría con los toros? «Que se daría una feria más que rematada, con todas las figurasdel toreo y las ganaderías que mejores resultados están ofreciendo en la actualidad». El que se expresa con esa rotundidad es un hombre que lleva al aficionado gijonés en el corazón, que lo ha cuidado como nadie y que se siente uno más cuando anda por aquellos pagos -no en vano, fue a encontrar allí a la que hoy es su esposa-.
Y entonces habría numerosos gijoneses que estarían de enhorabuena, porque una plaza reconocida como Bien de Interés Cultural recuperaría su actividad y, por tanto, su mantenimiento corriente, que son esas cosas en las que nunca piensan aquellos que sólo pretenden poner en práctica sus ideas, sin un plan. Zúñiga no sólo lo tiene, sino que lo tiene preparado. «Yo tengo la Feria preparada por si las urnas, el 28 de mayo, se vuelven taurinas en El Bibio, porque habría tiempo de sobra para llevar a cabo todos los trámites administrativos que supone su celebración», explica Carlos.
Efectivamente; el empresario conoce de sobra los plazos: «Claro que hay tiempo para celebrar la feria», explica, «porque los resultados de sonocerán el 28 de mayo, pero la toma de posesión no se producirá -todos los ayuntamientos a la vez- hasta el 17 de junio. Para entonces sólo tendríamos que validar todo el trabajo que llevamos ya hecho por delante y presentar los carteles». ¿Y qué carteles son esos? Porque no es probable que la del regreso sea una feria de circunstancias.
«Pues sí lo es», responde Zúñiga convencido, «porque todas las figuras con las que he hablado me han dicho que para adelante y las ganaderías también, de modo que, efectivamente, es una feria de circunstanciasporque todos los que hemos querido que estén en el regreso han comprendido las circunstancias y estarán, en el caso de que todo siga su curso. Morante, El Juli, Talavante, Manzanares y Roca Rey ya tienen reservada su fecha en los días 14, 15, 16, 17 y 18 de agosto, cuando está prevista la celebración de esta nueva Feria de Begoña con la vuelta de la libertad. También las corridas de toros están compradas, pero habrá que dejar algo de suspense para una eventual presentación».