La semana pasada, el Gobierno portugués presentó y debatió su borrador de Presupuestos del Estado para 2022. Durante el debate, el nuevo titular del ministerio de Cultura afirmó abiertamente lo siguiente: «no soy aficionado, fui mucho a los toros con mi abuelo hasta que cumplí 15 años… pero lo que sí me gusta mucho es el respeto por las prácticas culturales de los demás”.
Sobre la política cultural, el nuevo ministro fue muy claro y afirmó que “la idea de que la política cultural pueda excluir a la cultura popular me parece chocante e inaceptable. Creo que es fundamental que quienes tienen responsabilidades en materia de política cultural sepan respetar las prácticas culturales de los demás. Esto implica respetar los gustos de todos aquellos que son diferentes a nosotros”. El ministro concluyó diciendo que “la idea de que aquellos con responsabilidades en política cultural pueden empezar a aplicar su gusto particular en política cultural es tan tentadora como profundamente errónea”.
Respuesta al PAN
Ya en el parlamento portugués, al ser interrogado por el único diputado que sigue teniendo el Partido Animalista (PAN) tras su debacle electoral, el ministro repudió las declaraciones de la formación y reafirmó muy claramente su respeto por la tauromaquia: “no cuenten conmigo para censurar la tauromaquia», reiteró defendiendo «el respeto y absoluta tolerancia” con la Fiesta.
El ministro ha recalcado que la tauromaquia “es una práctica cultural que forma parte de la identidad de nuestras poblaciones, en muchas regiones”. Agregó que “hay espacio para que todos tengan su opinión sobre la tauromaquia”, pero insistió en que su posición es “de sentido común” y representa “a la gran mayoría de portugueses que pueden ir o no a las corridas, pero que no piensan en prohibirle a los demás ciudadanos que tomen sus decisiones, en libertad”.
El titular de Cultura remató su respuesta afirmando su «absoluta tolerancia» por la diversidad cultural y arremetió contra el «proselitismo y la censura» del diputado animalista.