CAMPO BRAVO

Dos jóvenes crean en plena Mancha una nueva ganadería con sangre Torrestrella: así se llamará


domingo 26 noviembre, 2023

Hierro que pasta en el término municipal de Villamanrique (Ciudad Real)

Vaca
Una vaca de la nueva ganadería. © Pablo Ramos

Ser criador de bravo es algo que pocos jóvenes de hoy en día se plantean debido a las dificultades que entraña empezar de cero un proyecto de tal envergadura. Pero ese no es el caso de Santiago Barrero y Vanesa Gordillo -de 29 años de edad-, los cuales no se lo han pensado dos veces a la hora de comenzar este proyecto tan duro, pero a la vez tan ilusionante y satisfactorio.

Santiago siempre fue un enamorado del toro bravo, desde muy pequeño, sabía que su vida pasaba por estar en el campo, por apostar por este animal, su gran pasión. De ahí que cuando tuvo la oportunidad se echara el petate de la responsabilidad a la espalda y comenzara un camino que únicamente el tiempo dirá si fue acertado o no. “Son 40 vacas de mi abuelo, Antonio San Román, y un semental que curiosamente lo criamos a biberón. Tengo amistad con Morenito de Aranda y se lo echamos de cinqueño y nos sorprendió a todos. Después de dejarse tocar, embistió como ninguno y se indultó”.

La ganadería pasta en el término municipal de Villamanrique (Ciudad Real): “Estamos adaptándonos a esta zona. Antes estábamos en Ávila, y esta zona no es mala, pero hay mucha caza. Si se te cuelan de otras fincas, es una putada porque se pueden enfermar de tuberculosis. Hay que llevarlo con cuidado” nos comentaba el pasado mes de abril un ilusionado Santiago Barrero.

Toros San Román
Un astado en una imagen de archivo. © Pablo Ramos

“Yo salí de estudiar y no quería hacer otra cosa que fuese vivir en el campo. Cuando eras pequeño, eso era como irte de excursión a la finca de tu abuelo. Ahora tengo que dedicarme con cabeza a esto, porque tengo una niña y su futuro depende de que sea capaz de equilibrar la viabilidad del proyecto con mi amor por la ganadería”, sin duda, una decisión que cambió su vida y la de los suyos, esos que le apoyaron en todo momento en el camino que decidió emprender.

“Mi meta son 70 vacas, pero en una finca que sea mía. Actualmente estamos arrendando una, no es muy grande, pero de momento da para el ganado que tenemos aquí”. Una ganadería, por tanto, corta que va dando pasos para intentar meter la cabeza en un mercado donde la competencia es feroz. “Para el año que viene sí que dejaré dos novilladas con caballos y algún toro que me ha sobrado de este año”, nos contaba Santiago Barrero.

Una ganadería con sangre Torrestrella, una de las casas ganaderas más importantes del campo bravo español, un lugar donde Antonio San Román acudió hace años para formar su vacada esa que formaría don Álvaro Domecq en 1956 al adquirir machos y hembras de don Francisco Chica, procedentes de Veragua e Ibarra, y así mismo hembras de don Carlos Núñez. Actualmente tiene sangre de Curro Chica, Carlos Núñez y “Jandilla”, teniendo un 3% de sangre de Veragua.

Ganadero Ciudad Real
Uno de los novillos y, a la derecha, los ganaderos. © Pablo Ramos