El momento por el que pasa la cabaña brava es ilusionante y esperanzador, no por la carga que están soportando a sus espaldas, sino por el nivel alcanzado en este comienzo de temporada. Estos ganaderos —pese a la dificultad del momento— son como sus toros bravos, cuanto mayor es la exigencia, más se crecen en el castigo. Unos luchadores que se juegan todo a una carta por el sueño de ver embestir un toro bravo en el ruedo.
Aquí ya no existe el ganadero que no mueve un dedo y que tiene a su servicio a una serie de vaqueros y mayorales que hacen el trabajo por él, aquí los hombres de campo tienen “el culo pelao” —de tanto trabajar — como decía el añorado y querido Luis Aragonés. Hombres que se despiertan a primera hora de la mañana para ejercer sus labores, que buscan la fórmula para seguir manteniendo a flote una explotación donde los números ya no cuadran. Por eso hay que darles el valor que tiene ser ganaderos y no juzgar tan a la ligera cuando una corrida no sale como todos esperábamos. Critica, sí, pero constructiva.
Javier Núñez, ganadero de La Palmosilla es uno de los ganaderos más activos en redes sociales, un hombre joven que sabe que para enganchar a las nuevas generaciones es importantísimo tener un hilo directo con ellos, saber que quieren y afrecerselo. Claro que influye el resultado en la plaza, eso es lo primero, pero para captar a nuevos aficionados hay que ir a buscarlos, esto ya no es como antes, no vale con lidiar y que salga en prensa, es importantísimo conectar con esa masa que tiene interés por conocer el día a día de una ganadería.
Por eso Javier es una de las figuras de su gremio, primero por el toro que lidia, y segundo porque sabe comunicar y llegar a todos los rincones del mundo a través de sus cuentas en Instagram y Twitter. Sus vídeos explicativos, sus comentarios acerca del tipo de toro, su embestida… o incluso de la alimentación y el manejo tienen atentos cada día a miles de usuarios pese a verse coartada su libertad con la censura de alguna de sus cuantas en redes, esas en las que contaba con una legión de seguidores que poco a poco ha ido recuperando en la que actualmente maneja.
«Los primos ganaderos tenemos un chat en el que se habla mucho y bien de toros. Cuando salió el toro del Parralejo no salíamos de nuestro asombro, pensando que era el toro de la feria… y luego han salido Toros iguales o incluso mejores», comentaba Javier Núñez Álvarez en redes sociales para más tarde dejar la siguiente reflexión: «Eso da que pensar el altísimo nivel en el que está la ganadería. Después de la crisis del 2008 viene otra sin precedentes, la pandemia, y los ganaderos se han apretado criando el mejor toro de la Historia. A mí personalmente me da vergüenza lidiar viendo el nivel de los demás».
A la contestación de un aficionado sobre la gran corrida lidiada por el hierro gaditano en Pamplona el año pasado, este contestó: «Vergüenza igual no es la palabra, pero si siento la presión por estar a la altura de las expectativas». Un ganadero que con este mensaje deja claro el nivel al que están llegando las ganaderías hoy en día y el valor que hay que darle a los ganaderos tras conseguir —pese a los problemas actuales— lidiar animales y corridas de tanta nota.
Los primos ganaderos tenemos un chat en el que se habla mucho y bien de toros. Cuando salió el toro del Parralejo no salíamos de nuestro asombro, pensando que era el toro de la feria… y luego han salido Toros iguales o incluso mejores…,
— La_Palmosilla,Oficial (@palmosilla) April 27, 2023