El toro bravo es un animal jerárquico, que está continuamente midiendo sus fuerzas para mantener el cetro del poder, algo similar a lo que sucede en las manadas de leones, tigres o cualquier otra especie de vida salvaje. Debido a ello, el ganadero, mayoral o vaquero tiene que estar muy pendiente siempre de sus movimientos, ya que las peleas comienzan como un juego cuando son becerritos, pero conforme van cumpliendo años y ganado volumen, esos juegos se van tornando en algo más serio.
Hay ganaderías de sangre caliente y otras más de sangre fría. Esto quiere decir que hay toros más propensos a las peleas y otros que no lo son tanto. Dependiendo del encaste, esta costumbre varía hacia un lado u otro. También dentro de un mismo hierro encontramos animales más agresivos que otros, al igual que en las personas. Hoy mostramos un vídeo de los compañeros de Toros para Todos en la ganadería gaditana de Gavira en el que su ganadero nos explica cómo juntar toros potentes de varios cerrados.
En uno de los cerrados de la Finca Soto de Roma se encuentran siete toros de enorme seriedad, una serie de animales de plaza de primera. Estos siete toros se van a unir a otros tres que están en otra cerca, aquí hay un líder, un toro manda sobre los demás, ahora se van a unir a otros tres, por lo tanto, casi con total seguridad tendrá que surgir un nuevo en esta nueva manada que se va a formar.
«Lo normal es que cuando se unan los dos grupos de toros pueda haber peleas«, señalaba Enrique Romero a Salvador Gavira. «Seguro, ten en cuenta que cuando estos siete toros huelan a los otros tres lo van a tomar como extraños, como enemigos, y además se rompe la jerarquía de este propio cercado, los tres que vienen pueden hacer asalto al poder al toro que aquí manda y entonces las peleas son seguras», contestaba el criador.
En ese juego los olores también son muy importantes, casi claves en la convivencia de los animales: «Normalmente, el toro ha estado en otro cerrado, y parece que no, pero solamente con que haya medio kilómetro de distancia el olor del toro cambia completamente. Ellos conocen por el olor a los otros compañeros, visualmente también, pero el olor es fundamental, de ahí muchas veces que en las junteras de toros en los propios corrales se le eche zotal sobre la penca del rabo para confundir un poco los propios olores y evitar así las peleas».
La juntera de toros de ambos cercados y la solución que toma Salvador Gavira
En otro cercado se encuentran los tres toros que se van a unir a los otros siete, estos animales estaban un poquito más débiles que los anteriores, por eso han estado apartados y han corrido menos que sus hermanos de camada. Unos ejemplares que han tenido otro tipo de alimentación, ahora que ya están igual de fuertes, ha llegado el día de unirlos con el resto de sus hermanos. Para ello el ganadero busca un lugar neutral, es decir, una parte de la finca donde no existan jerarquías, siendo el corredero el lugar perfecto para ello.
Tras el encuentro en el corredero, la inercia de la carrera hizo que no se dieran la cara. El ejercicio los va a dejar agotados físicamente, de ahí que si hubiera peleas estas no fueran tan duras. «Pelearse se va a pelear, ahora porque estamos con el movimiento, pero en cuanto caiga la noche están pegándose los toros. Unos pocos de cogotazos se van a dar, nosotros vamos a estar pendientes, la verdad que vamos a dormir poco«, comentó Juan, el mayoral de la casa.
«Si no los atendemos por la mañana, hay aquí un par de toros muertos, con fundas o sin fundas, o si no le dan una paliza tremenda y lo sacan de su cerrado. Por eso tenemos muy estudiado la forma de juntar toros potentes de cerrado diferentes. Se ha visto perfectamente como ha habido un toro lo que ha empezado en la cara al otro y la inercia del entrenamiento ha resuelto conflicto», explicaba el ganadero.
Un Salvador Gavira que prosiguió con su explicación sobre esta forma tan peculiar de unir toros de ambas cercas: «También puedes darle varias vueltas, que se cansen, y desde luego esta noche, aunque evidentemente se van a dar la cara y algún cogotazo como dicen mayoral se van a dar, pero va a ayudar mucho el que los toros estén cansados y que la forma de juntarlos, de revolverse ellos, echarse las babas unos a otros, de correr unos lo del otro, va a ayudar mucho a que no sea tan violenta la juntera como decimos nosotros».