El cuarto, bajo, reunido y muy armónico de hechuras, en el tipo Buendía, salió con brío para querer comerse el capote de Uceda, al que le costó dejarle un par de verónicas y una media por su falta de ritmo. Pero se fue ahormando en el penco de Luciano Briceño, donde ganó fijeza y celo. Por eso lo brindó José Ignacio , antes de comenzar la faena con ayudados por alto con mucho sabor, pero le costó más al toro responder por abajo en los remates. Muy plástica la primera serie a diestras, componiendo con mucho relajo para torear con las muñecas y con mucha suavidad. Exquisito el temple de Ignacio, realizando todo con muchísima torería. Pero hubo un paso más al natural, cuando le cosió el belfo a la muleta y dejó dos trazos de suprema profundidad que obligaron a la plaza a rugir. El final, con ayudados por bajo, tuvo un sabor inmenso hasta el mismísimo remate. Y ya estaba la faena hecha cuando le zumbó un volapié tan soberbio que le puso en la mano una oreja.
MADRID
Uceda Leal: una oreja tras una faena de inmenso sabor al cuarto
domingo 18 mayo, 2025
Exquisito fue el temple de Ignacio frente al cuarto toro esta tarde en Madrid, realizando todo con muchísima torería. Pero hubo un paso más al natural, cuando le cosió el belfo a la muleta y dejó dos trazos de suprema profundidad que obligaron a la plaza a rugir.

Foto: Sánchez Olmedo