TEXTOS: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN IRANZO
Llegó el momento del agarrón. Perera y Ureña dirimirán sus diferencias en la plaza de toros más importante del mundo con dos conceptos distintos, pero sobre todo con dos formas de llegar a este tendido muy diferentes. Mientras al extremeño su extraordinaria facilidad para templar y lo fácil que parece el milagro que hace le resta importancia entre el público, la empatía del tendido madrileño con Ureña desde hace ya algunos años lo convierte en uno de sus consentidos. Ambos buscarán hoy objetivos similares.
El de Puebla del Prior es -quitando a José Tomás- el torero en activo con más puertas grandes de Madrid, con un total de seis. La última, conseguida el pasado 15 de mayo, el segundo día de la Feria de San Isidro. Lleva una temporada espectacular, con triunfos casi diarios, en su primera temporada sin su inseparable Fernando Cepeda, pero sin abandonar la independencia ni la lucha constante que ha presidido su carrera desde aquel año 2008 en que en 88 festejos abrió 37 puertas grandes consecutivas. Desde entonces, ha crecido, ha evolucionado y, sobre todo, se ha convertido en el torero de la técnica perfecta, con una preclara capacidad para ver al toro. Aunque eso parezca darle frialdad de cara al tendido.
Las cuatro orejas que paseó en sus tres actuaciones de San Isidro convierten a Paco Ureña en el triunfador absoluto de la Feria más importante del mundo, en la que abrió su primera Puerta Grande madrileña, a pesar de que llevaba ya varios años rondando la gesta. Todo a base de pureza, de verdad y de trazo entregado, porque esas son las armas más importantes de un Ureña que no parece haber acusado la pérdida de un ojo, aunque sí exhibe un toreo menos crispado y menos afectado que favorece el incremento de la estética en su siempre máxima sinceridad. Y el hecho de ser uno de los toreros consentidos de esta plaza le otorga siempre ventaja sobre gran parte de los demás.
La gaditana es, sin duda alguna, una de las ganaderías «top» de las que se pueden encontrar hoy con toros para plaza de primera, A pesar de que este año no tenía muchos, porque no ha lidiado una corrida completa en Madrid en 2019 ni ha echado sus mejores ejemplares en esta plaza, la temporada está cuajada de toros extraordinarios de este hierro. Dos de ellos, los de la tarde granadina de José Tomás en la que dejaron cuatro orejas y un rabo.
El gran manantial del campo bravo actual no ha tenido esta temporada su mejor año, pero destacan algunos hitos en la campaña por su tremenda importancia, ambos con Emrique Ponce como protagonista. El indulto de El Puerto de Santa María y el rabo que paseó el de Chivas en la goyesca de Arles ponen la calidad de una vacada que nunca la ha perdido, pese a que haya decrecido su regularidad en echar el toro de triunfo. Sigue siendo un referente.
Tampoco este ha sido el habitual año de regularidad de la ganadería madrileña, que siempre es capaz, sin embargo, de echar toros claves en una temporada. Por eso también se cuenta entre las más importantes del campo bravo. De hecho, sobrfesale este año el toro indultado por Antonio Ferrera en Badajoz y en animal al que le cortó el rabo Sebastián Castella en Istres. Por eso siempre hay que tener en cuenta este hierro., que lleva 19 festejos lidiados, con 57 orejas, dos rabos y un indulto.