UNA VISTA AL SUR

Un capote con denominación de origen


miércoles 9 mayo, 2018

Tal vez lo más relevante fue la llamativa expresión del torero de Aranda con el capote en lances de fijar y asentar.

Tal vez lo más relevante fue la llamativa expresión del torero de Aranda con el capote en lances de fijar y asentar.

EMILIO TRIGO

En la primera corrida del maratoniano San Isidro, tres cinqueños y otros tres del guarismo en curso para la corrida de La Quinta, de espléndido y variado remate. Toros muy descarados, con un trapío al límite del desacierto, por su excesiva romana. Una corrida, bien enlotada por las cuadrillas. Astados que apuntaron cosas interesantes, que miraron mucho y que obedecieron también, pero que jamás se entregaron de verdad y que nunca rompieron a embestir por derecho.

El cuarto lució las embestidas más asaltilladas, más descolgadas y claras pero justas de poder y transmisión. Una tarde extraña donde predominó, el desasosiego con un ambiente frío, pero no por culpa de la temperatura, sino por la falta de conexión con el ruedo entre los pilares fundamentales de la Fiesta. El toro, el torero y el público. 

Tal vez lo más relevante fue la llamativa expresión del torero de Aranda con el capote en lances de fijar y asentar. Ocurrió en el tercero de la plana tarde. Verónicas de ´Denominación Origen’ de la Ribera del Duero, que fueron como un guiño a los ricos caldos de Jerez de la Frontera. Lances que recordaron a los sentimientos de un torero de muñecas rotas y de condición gitana, Don Rafael de Paula -por cierto, mañana jueves 10 de mayo, comienza la Feria del Caballo- un recibo seguro, estético, garboso, de gran empaque y dominador, que dejaron gran calado en una inocua tarde de recuerdos.