Las banderillas y la espada que utilizó el diestro Morante de la Puebla este miércoles, 26 de abril, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla formaban parte de innovaciones en el que el torero retirado y fabricante de útiles taurinos Manolo Sales y el veterinario Julio Fernández vienen trabajando en los últimos años. Así, Morante, aparte de sublimar el toreo, usó los rehiletes retractiles-colgantes y la espada innovada del maestro Sales.
Hay que tener en cuenta que es el único matador que en la actualidad usa este tipo de banderillas. De hecho, las lleva utilizando desde la temporada pasada. Permiten al matador arrimarse y ajustarse más al toro y, al quedar más cortas, distraen menos al toro. «Este modelo de banderillas, tras ser clavadas, al acortarse rápidamente la longitud del palo de 70 a 40 cm sobresaliendo el papel que las envuelve, permite al matador arrimarse y ceñirse más al toro, y al quedar más cortas, le distraen menos mejorando su fijeza», explica a este medio el citado veterinario. Este modelo de banderillas ha vuelto tras 12 años de parón, pues fueron utilizadas por el diestro José Miguel Arroyo “Joselito” en la célebre corrida goyesca del 2 de mayo de 1996 y por otras figuras como César Rincón, José Tomás, Enrique Ponce o Talavante, entre otros.
«El toro Ligerito bloqueó el dolor, redujo su estrés y embistió equilibrado a la muleta»
También aplicó las conclusiones de los estudios de Fisiología del propio veterinario Fernández y del Dr. en Biología Fernando Gil Cabrera en la forma de picar por parte de sus hombres a caballo, que ejecutaron la suerte con temple, sin maniobras de barrenado o ‘metisaca’ con la puya.
Y pone en valor que es una recomendación del maestro Santiago Martín ‘El Viti‘, «quien defiende que el temple en la muleta depende en gran medida del temple del picador, recomendación que comprobaron junto al maestro Sales en las pruebas de campo con la puya cuadrangular en que participó el diestro cigarrero y que lleva tiempo poniendo en práctica». Sus dos toros fueron «magistralmente picados, el primero por Aurelio Cruz y el segundo por Pedro Iturralde».
Así, gracias a la destreza de Pedro Iturralde, el toro Ligerito de Domingo Hernández «bloqueó el dolor, redujo su estrés y embistió equilibrado a la muleta; eso permitió a un inspiradísimo Morante seguir creando una obra de arte maravillosa y al toro ganarse el premio póstumo de la vuelta al ruedo tras una grandiosa faena para la historia. Fue un toro al que, por cierto, extrajimos los testículos por orden de la ganadera y de sus hijos para disponer de semen para perpetuar su bravura», señala Fernández.
Tanto Manolo Sales como el propio Fernández están «muy agradecidos al maestro Morante por cuidar todos los detalles y por apostar por la innovación, como hizo en su época Joselito El Gallo».
Más sobre los útiles innovados de la lidia
Es importante puntualizar que la puesta en marcha de estos útiles y la investigación de otros (puya cuadrangular, divisa de punzón, banderilla de punzón, estribo derecho acolchado, puntilla innovada o verduguillo innovado) se han llevado a cabo tras años de pertinentes estudios y análisis postmortem y en laboratorios, y haberlos probado en el campo con más de 100 toros de ganaderías españolas muy variadas como las de Román Sorando, Sánchez Arjona, Zalduendo, Araúz de Robles, La Quinta, Lagunajanda, Prieto de la Cal, Miura, Juan Pedro Domecq, Domingo Hernández o Partido de Resina, y más de 300 toros en México.
El descabello utilizado por Morante
Por otra parte, en su primer toro, al que tuvo que descabellar tras una estocada contraria, usó una invención fruto de su inquietud para hacer más segura la suerte del descabello con el fin de evitar que pudiera salir despedido y lastimar al público -que se estrenó en Valladolid en 2021-. Se trata de una correa de nailon que va introducida en el pomo de la empuñadura del verduguillo y se fija a la muñeca del matador, sistema de seguridad creado al alimón junto a su primo y mozo de espadas Juan Carlos Morante.
Más sobre la espada que usó Morante
Por último, utilizó una espada innovada del maestro Sales que cayó contraria en el primer toro y fue certera y fulminante en su segundo, «si bien tenemos que resaltar que el mérito es siempre del matador, pues la espada no mata sola y es imposible matar un toro sin jugarse la vida», concluye Fernández.