El novillero madrileño Francisco José Espada tropezó con la inclemencia meteorológica en la lidia de su primero, muy condicionada por el viento.
«El viento no siempre te dejaba dominar la situación», aseguraba Francisco, «pero el novillo no ha tenido mala condición. La lástima es que se haya venido abajo y que no haya podido cuajarle la faena que yo quería». Con el cuarto no terminaba de estar contento, a pesar de su solidez. «Uno viene aquí a triunfar y no ha podido ser. El novillo se ha afligido mucho después del inicio y la entrega que he puesto… no me ha llevado al triunfo».
Cristian Climent, por su parte, se mostraba encantado con la oreja cortada del segundo de la tarde. «El novillo ha tenido mucha calidad, lástima que se haya venido a menos. Lo importante es que ya tengo una oreja en la mano y queda otro dentro», aseguraba el valenciano.
El quinto puso en aprietos a todos cuantos se pusieron delante y le dejó un palizón a Leo Valadez en banderillas. Climent se lamentaba de no haber podido lograr el triunfo. «Ha sido complicado el animal, no era franco. El peor novillo que nos podía tocar ahora y nos ha ido a tocar hoy. Además, aún estoy muy nuevecito en banderillas, pero trataremos otro día de solventarlo mejor».
El mal uso de la espada fue lo único que impidió que Leo Valadez pasease algún trofeo y se mostraba contrariado el mexicano. «Lo he sentido venirse mucho por dentro, pero se fue templando. El problema es que con la espada he estado mal, porque le tenía cortada una oreja. Espero aprovechar al siguiente».
«Me he sentido muy a gusto en este ruedo y lo he disfrutado», decía el hidrocálido tras la oreja cortada en el sexto. «El novillo tenía calidad para empujarla por abajo y así me lo ha hecho, que es como a mí me gusta para expresar mi toreo».