Comenzaba la Feria de julio de Valencia con un cartel de gran interés. Con una corrida de Luis Algarra se anunciaban Miguel Ángel Perera, Daniel Luque y Ginés Marín. Una tarde que contó con la afluencia de un público ávido de toros en la capital del Turia. Una corrida perfectamente presentada esperaba en los corrales para una terna que se habían ganado con sus actuaciones en este 2022 estar presente en esta feria.
Perera basa en la zurda una faena de toques sutiles y contra el viento al primero de Algarra
«Zaragozano»de 554 kilos llevaba por nombre el bajo y bien hecho primero de Luis Algarra, con el que Miguel Ángel Perera no pudo lucirse a la verónica por mostrarse remiso e incluso meterse por dentro por el derecho. Adoleció de falta de fuerza en el caballo y luego dejó dos buenos pares Curro Javier, saliendo airoso de la cara especialmente en el segundo. Molestaba mucho el viento cuando Perera inició su faena, pero fue en la segunda de las series en la que rompió la obra por el izquierdo. Pulseó bien Miguel Ángel la condición de un toro tardo a la hora de embestir pero que cuando la tomaba era con buena intención. Por ese lado zurdo prosiguió la faena antes de darle un tirón al animal a los medios -ya que hizo un amago de rajarse- y proseguir por el derecho. De nuevo hizo ademán de rajarse sin que lo dejase Perera en el final del trasteo, pinchando en el primer encuentro y enterrando el acero a la segunda. Algunas palmas al toro en el arrastre y silencio tras aviso para el torero.
Luque se estrella contra el aplomado segundo
A pies juntos fueron las verónicas de Daniel Luque al segundo, animal con el que conjugó también bien los brazos para acercarlo al caballo, cuidando al de Algarra. Entró en quites Ginés Marín por chicuelinas, pero el viento molestó mucho. Tras el tercio de banderillas, solvente por parte de los hombres de Luque, el de Gerena inició obra al hilo de tablas, pero apenas tenía fuerza y vida el animal. Le enlazó varios muletazos con porfía pero poco más pudo hacer más que dejar momentos de plasticidad. Lo mejor, la estocada, que requirió de un golpe de descabello. Silencio.
Ginés atempera y templa la mansedumbre bravucona del tercero y encuentra el toreo: oreja
Suelto salió el tercero, al que Ginés Marín intentó encelar a la verónica y lo consiguió en un entregado ramillete que remató en el mismo centro del anillo. En el caballo de la puerta recibió la primera de las varas; la segunda sí que fue en la contraquerencia, pero con el animal huidizo. Al público fue el brindis del extremeño, que le hizo frente a un astado manifiestamente manso pero enrazado. Dejó momentos de buen toreo en el prólogo muleteril, especialmente un trincherazo y un cambio de mano mirando al tendido. Y siguió dando fe del conecpto que atesora atemperando por la diestra la mansedumbre bravucona del animal, que acabó rompiendo en sus telas. Frente al viento, agallas; frente al díscolo tranco, proposición templada. Y por ahí encontró Marín el toreo. Y por ahí se encontró con Valencia. Acabó obra por circulares que, junto a La Concha Flamenca de la banda, hicieron ponerse en pie al tendido. La estocada hizo que se pidiese un doble premio, pero el palco solamente concedió uno.
Perera rasca una tanda profunda por derechazos ante el incierto y deslucido cuarto
No terminó de definirse en los primeros tercios el cuarto, un animal en el que de nuevo el viento se hizo presente. Le ligó una primera serie por la diestra con profundidad y templando el tranco… pero se puso muy incómodo el toro y optó por ir a por la espada. Silencio.
Luque aprovecha la codicia del quinto para romperse hasta que echa la persiana… y se pega un arrimón: oreja
Se quiso arrancar de lejos especialmente en la segunda vara el quinto del festejo, animal que mostró más movilidad en esos primeros tercios y que brindó al tendido Daniel Luque. Por doblones y por una serie directamente por la diestra comenzó obra el sevillano, que aprovechó la codicia del de Algarra para seguir tirando de él por la diestra y entregándose por ese lado. Echó en ese momento la persiana el toro y se dio un arrimón de órdago el torero, que buscó el toreo en los terrenos cortos. Se echó entre los pitones y toreo por luquecinas en el epílogo, dejando un espadazo efectivo. Oreja.
El palco no atiende la petición de oreja para Ginés Marín en el sexto
Aplaudido de salida el serio sexto, al que de nuevo Ginés Marín meció el capote con buen son a la verónica. Rafael Viotti y Fernando Pérez se tras el tercio de banderillas. Por la diestra inició obra, en la que porfió Ginés y construyó una faena de entrega ante un animal que no regaló nada. Dejó series de mérito y una estocada que valió una petición de premio no concedida. Ovación.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Pamplona. Primera de abono de la Feria de julio. Un tercio de plaza.
Toros de Luis Algarra. Perfectamente presentados. Tardo al acudir al cite y luego desentendido un primero con cierta mansedumbre; Aplomado el segundo; Manso pero con codicia y raza la del aplaudido tercero; Incierto y deslucido el cuarto; Con codicia hasta que en el ecuador de la faena echó la persiana el quinto;
Miguel Ángel Perera: Silencio y silencio
Daniel Luque: Silencio y oreja
Ginés Marín: Oreja y ovación
GALERÍA: José Joaquín Diago
