Hace algunos meses informábamos en este medio sobre la puesta a la venta de la finca Medianería a través de una web especializada, una dehesa donde pastan desde hace varios decenios los animales bravos marcados a fuego con el hierro de Flores Albarrán. Según las fuentes consultadas por este medio, dicha explotación llevaba a la venta desde hace años, bajando ostensiblemente su precio hasta el que encontramos hoy en día. Se trata de una finca de 1.360 hectáreas que tras no encontrar un comprador al precio estipulado acabaron bajando el mismo hasta una cifra sensiblemente por debajo de los 7.000.000 €.
Una dehesa que actualmente cuanta con 200 nodrizas de ganado manso, otras 100 de bravo amén de ganadería porcina. Dicho terreno también cuenta con tres cotos de caza dónde se hacen ganchos y monterías, estando actualmente arrendado a asociación de cazadores con caza mayor (venados, gamos, etc.) y caza menor (perdiz, tórtola, palomas). Una Finca que obtiene numerosos beneficios por alquileres de cotos, monterías, venta de ganado y subvenciones.
Posee unas instalaciones donde destaca un cortijo principal con 10 dormitorios, naves para almacenamiento de piensos y forraje, cuadras, cochineras, plaza de tientas, corrales, embarcadero… amén de dos viviendas para vaqueros y otra más para guarda. Una finca que cuenta con abastecimiento de agua para el ganado gracias a los distintos pozos que se encuentran bajo la linde de la finca, algo muy beneficioso para el sustento anual del ganado.
Una explotación que cuenta con una de las ganaderías con mayor personalidad del campo bravo. Se trata de una vacada que hace años mezcló dos sangres tan distintas como las de Gamero Cívico y Santa Coloma. Todo comenzó en 1925 cuando Pedro y Francisco Flores Albarrán adquirieron la ganadería que a finales del siglo XVIII había creado don Gil de Flores. Dichos hermanos variaron el hierro y divisa, aumentándola con reses del Marqués de Cúllar de Baza, añadiendo en los años posteriores un semental de Santa Coloma y simiente de Celso Pellón, Eizaguirre y Tejerina.
Tras quedar seriamente mermada por la guerra, en 1946 adquirieron reses de Gamero Cívico oriundas de Samuel Hermanos. En 1956 se parte la ganadería, continuando unidos don Daniel y don Pedro, bajo la denominación de “Hdros. De Flores Albarrán”, adquiriendo vacas y sementales a Ana Carolina Díez Mahou de procedencia Santa Coloma, quedando todas las reses de origen Gamero-Cívico absorbidas por la sangre antes citada de Santa Coloma-Buendía.