CAMPO BRAVO

Jaén pierde otra ganadería de bravo: la dura despedida al centenario hierro de la familia de Juan Ortega


sábado 27 mayo, 2023

Tras más de 100 años en manos de la familia, la ganadería de Jacinto pone rumbo a la otra punta de España para seguir luchando por su supervivencia.

Ganaderia Jaen
Un camión de reses bravas abandona la finca jiennense en el atardecer. © JET

El pasado 24 de mayo, el reconocido periodista taurino Luis Miguel Parrado anunciaba en sus redes sociales la partida de una de las ganaderías con más solera del campo bravo jiennense rumbo hacia tierras de Teruel. Se trataba de la divisa de Jacinto Ortega, una explotación de bravo de gran arraigo en la provincia y ubicada desde su creación en la finca ‘Los Monasterios’ situada en Baños de la Encina, una de las zonas más ganaderas de la provincia jiennense.

Un trocito de historia que desaparece del lugar donde durante tantos años pastaron estos animales de procedencia Veragua que con tanto mimo cuidó la familia Ortega. Aquí precisamente jugó con el toro desde chico, uno de los toreros más importantes del escalafón, un Juan Ortega que creció y se enamoró del toro bravo viendo cómo correteaban por las escarpadas lomas de esta señorial finca los animales de su familia.

Un hierro que fue formado en 1914 Jacinto Ortega Casado, con vacas y un semental de don Celso Pellón, añadiendo en 1920 40 vacas y un semental del Marqués de Cuyas, un semental de Olea y otro de Rufo Serrano. Pasaron los años y Jacinto continuó con la ampliación de su ganadería al adquirir en 1941 un lote de vacas y un semental procedentes de Veragua y Campos Varela, que es la sangre dominante en la actualidad. En 1955, y por fallecimiento de don Jacinto, se anuncia la ganadería a nombre de herederos.

Pero con el paso de los años esta divisa fue perdiendo importancia el circuito, destinando prácticamente la totalidad de sus reses al festejo popular. Aun así todo tiene un tiempo en esta vida, por ello la familia Ortega decidió aceptar la oferta de Jorge Carnicer y vender la totalidad de las reses a este nuevo ganadero. Algo más de 100 años después, el sueño ganadero Jacinto Ortega ponía rumbo hacia la otra punta del país. Una vacada que ya no estaría anunciada a nombre de este ejemplar ganadero, sino como La Jotera.

Así pusimos verlo en un vídeo de publicado en el canal de YouTube de Realizaciones Video JET, un canal donde pudimos ver el traslado de esta ganadería desde la localidad jiennense de Baños de La Encina hasta la turolense de Puertomingalvo, un destino momentáneo hasta su emplazamiento definitivo en tierras castellonenses de Cabanes. Un reportaje donde pudimos conocer las impresiones de su actual ganadero tras la compra de la totalidad del ganado, un Jorge Carnicer, que se mostraba ilusionado por la adquisición de una ganadería con una procedencia tan especial.

Jaen Toros
Camión cargando reses bravas. © JET

La ganadería de Jacinto Ortega, vendida en 2021, pone ahora rumbo hacia otros pagos con el nombre de Toros de la Jotera, que rinde homenaje al origen aragonés de la madre de los hermanos Carnicer, si bien los animales, el hierro y todos los derechos son adquiridos a Jacinto Ortega, ganadero de gran solera que ha intentado mantener una ganadería que cumplió en sus manos 106 años de historia. La idea de su actual ganadero no es otra que preservar un encaste y un tipo de toro diferente al resto, ese que aún tiene cabida en un circuito donde se debería cuidar y proteger sangres únicas como estas.

Una ganadería que tenía bastante aceptación en los festejos populares, de ahí que sus actuales propietarios no tengan demasiados problemas en seguir vendiendo sus reses para este tipo de festejos. El encontrar acomodo en el circuito de novilladas y corridas de toros es algo más difícil, debido entre otras cosas a la falta de apuesta de los empresarios por un tipo de toro diferente al resto. Una ganadería que sigue los pasos de otros hierros como Valverde o Concha y Sierra, los cuales salieron de las zonas más ganaderas de nuestro campo bravo para adentrarse en nuevos parajes donde hasta no hace mucho la cría del toro bravo era una utopía.