Allá por febrero de 2020, pocas semanas antes del confinamiento por la pandemia saltaba la noticia: “Álvaro Domecq vende la histórica finca Los Alburejos”. Se trataba de una de las fincas más importantes de la provincia de Cádiz y uno de los lugares señeros de la conocida como ‘La Ruta del Toro’ que alberga desde el Campo de Gibraltar, pasando por La Janda y llegando a la Campiña de Jerez.
La enorme extensión y número de estas vías pecuarias refleja la importancia de la ganadería en estas tierras, lugar donde se asientan hierros históricos -vigentes en la actualidad- como Gavira, Carlos Núñez, Rehuelga, Núñez del Cuvillo, Torrealta, Fermín Bohórquez o Cebada Gago, entre muchos otros. Desde los campos jerezanos de ‘Martelilla’ hasta la zona de Medina Sidonia, se levantan fincas de gran importancia en la zona como ‘La Quinta’, ‘La Zorrera’, ‘El Toñanejo’ o ‘Los Alburejos’, estas tres últimas junto a la autovía A-381 que une Jerez de la Frontera con Algeciras.
Una serie de explotaciones agropecuarias pertenecientes a ganaderos de reconocido prestigio que con los años han ido cambiando de manos. Una de ellas es la emblemática finca de ‘Los Alburejos’, esa que en el citado mes de febrero del 2020 cambiaría de manos por una importante cantidad de dinero. En una entrevista concedida a ABC de Sevilla, D. Álvaro Domecq Rivero comentaba lo siguiente sobre la nueva propietaria de la finca: “Vino un día de visita y quedó maravillada con la casa. Al tiempo llamó para quedarse la finca. Ha sido todo muy sencillo. Me cuentan que quiere mantener la finca tal y como está” explicaba el rejoneador y ganadero jerezano.
Con el paso de los meses y el traslado de todo el ganado y los enseres familiares a la finca ‘El Carrascal’, Diario de Jerez sacaba a la luz cierta información sobre algunos temas relacionados con la venta de esta emblemática finca de 600 hectáreas situada en el término municipal de Medina Sidonia, lugar donde se encuentra el castillo de Torrestrella, fortificación del siglo XIII que le dio nombre a la ganadería que allí pastaba. Como ha podido saber y contrastar este medio se trataba Nicole Junkermann, emprendedora alemana criada en Marbella y propietaria de la empresa NJF Capital.
“Su venta es como si nos hubieran quitado nuestra memoria a los admiradores de don Álvaro Domecq” escribió en su día el recordado Antonio Burgos, un enamorado del toro y del campo bravo, ese que nunca escondió su devoción por Curro Romero o la ganadería de Torrestrella. “Las 600 hectáreas de ‘Los Alburejos’ eran no sólo un símbolo del toro bravo y del caballo español, sino de Andalucía. Un templo del campo bravo, quintaesencia de España, de nuestra identidad” volvía a destacar en un artículo publicado tras la venta de la finca a estos inversores extranjeros.