En el amanecer de la temporada, Diego Ventura sigue soñando. Como cada una de ellas lo ha hecho, pero siempre que se acerca una nueva primavera en el toreo, lo hace con mayor pasión si cabe. La que corre por sus venas toreras, ya en la madurez de una carrera con el triunfo y la renovación constante como denominadores comunes. Hoy, hablamos con el torero a caballo y reflexionamos acerca de lo que se viene este 2024.
¿Qué novedades trae su cuadra esta temporada?
Las novedades principales vienen con mi hierro. Caballos nuevos que me vienen demostrando cosas muy bonitas. Entre ellos, destaco a dos que ya torearon el año pasado en diferente medida, pero que están adquiriendo una madurez impresionante para su edad. Me refiero a Hatillo y Nivaldo. El primero debutó la temporada pasada y está creciendo hasta alcanzar un nivel impresionante. Y Nivaldo lo he tenido en México y ha demostrado virtudes que incluso me sorprenden a mí y que impactan mucho en el público.
«Madrid siempre me ilusiona sobremanera. Lo sigo viviendo como un privilegio del que cada vez disfruto más»
Madrid ya está cerrada, pero no oficializada, ¿qué supondrán los carteles en los que se anunciará Diego?
Madrid siempre me ilusiona sobremanera. Lo sigo viviendo como un privilegio del que cada vez disfruto más. Las posibilidades para este año que parece que se van fraguando son bonitas y me ponen junto a compañeros que ya han triunfado en Madrid y que son del gusto de esa afición. Aunque también es verdad que echo de menos haberme podido medir con Pablo Hermoso y con Guillermo porque creo que esa plaza, la feria, la afición y el momento del toreo en general lo merecían. Pero, por lo demás, siempre feliz de encontrarme con la que es, sin duda, una de las plazas de mi vida.
Ventura ha llevado a cabo en los últimos años una cruzada para que todas las corridas se adapten a todos los bolsillos. Si cinco figuras hiciesen lo mismo, esto cambiaría mucho, ¿qué plantea para esta temporada en este aspecto?
Siempre me ha gustado y me ha movido que, todo el que quiera, pueda ir a verme. Desde los niños, que son el futuro y a los que tenemos que meter en la plaza y conseguir que se queden para siempre, a los mayores de cualquier edad. Éste es un espectáculo concebido para el público, nos debemos a él y los toreros no podemos olvidarnos del compromiso que tenemos con la gente que viene a la plaza empezando por hacer posible que pueda venir. Es una responsabilidad de todos. En el toreo a caballo y en el de a pie.
¿Habrá algún gesto de Diego -no sólo de corrida, sino de la propia lidia a caballo- a lo largo de la temporada?
Los gestos serán los que ya vengo haciendo tantos años empezando por abrir el abanico de encastes para ofrecer nuevos retos y atractivos al público y, al mismo tiempo, también a nosotros, los toreros, como estímulo. Es un camino en el que voy a seguir profundizando. Lo que no voy a hacer es torear corridas de seis toros. Hice alguna el año pasado de forma esporádica porque era el veinticinco aniversario de mi alternativa, pero ya está. Lo que sí haré es seguir abriéndome a encastes como Santa Coloma, Vega Villar, Domecq, Albaserrada… Estoy por toda la variedad posible para ponerme a prueba a mí mismo y, como digo siempre, responder a la expectativa del público, que para mí es sagrado.
Sobre un encontronazo con Pablo: «Es el público quien ganaría»
Es inevitable plantear una pregunta: ¿Habrá encontronazo con Pablo antes de que se retire?
No depende de mí. Siempre he estado dispuesto a ello y, ahora que se retira, me haría mucha ilusión porque es un torero de época, que ha hecho cosas muy importantes, y no oculto que me apetece mucho coincidir con él en un año tan especial. Me temo que no está dentro de sus planes, pero sí dentro de los míos. Porque ninguno de los dos tenemos nada que perder y sí mucho que ganar. Es el público quien ganaría y creo que una figura de su nivel, que deja tanto como legado, se tiene que ir al mismo nivel máximo de categoría que representa.
«Nazarí ha marcado una época»
Nazarí ha marcado una época, ¿cómo es su día a día ahora? ¿Qué ha significado este caballo en su historia?
Nazarí ha marcado una época, es un caballo que forma parte de la historia del toreo entre los tres o cuatro caballos más importantes de todos los tiempos. Me ha aportado muchísimo a mi concepto y a mi forma de torear, a buscar la pureza, la cercanía máxima y torear muy despacio. Y ahora está dando mucho en mi casa, en la yeguada, transmitiéndole mucha clase y nobleza a sus hijos. Ahora vive como el rey que es. Como se merece. Lo sacamos a pasear y a jugar y es el caballo que más cubriciones hace porque su legado tiene que prologarse todo lo posible.
Y en cuanto a la ganadería tanto brava como caballar de Diego, ¿en qué momento se encuentran ambas?
En cuanto a la yeguada, me siento muy orgulloso porque estoy sacando productos de máximo nivel, caballos figuras como Sueño, Pegaso, Fino, Importante… Caballos determinantes en mi vida a los que ahora están tomando el relevo Guadalquivir, Hatillo o Nómada, por ejemplo. Ésta es una de las pocas ganaderías donde los padres, los abuelos y los bisabuelos de los caballos que ahora están toreando han sido figuras. No hablo sólo de un caballo que ha sido figura en una casa concreta, sino de tantos que lo han sido y que ahora dejan productos de un nivel increíble.
Interesa también hablar de su hierro de lidia, ¿qué procedencia exacta tiene y qué lidia o lidiará en próximos años?
Ganadería brava no tengo en estos momentos. Conservo mi hierro, pero no la ganadería, que la quité hace un par de años porque ni dispongo del tiempo que requiere una ganadería, ni las cosas están para mantenerla. Ahora la tiene en su poder José Luis Pereda, que sigue adelante con ella. Yo me he enfocado más en la yeguada, donde tengo 128 animales que, ya de por sí, se llevan toda la atención. Además, mi pasión son los caballos.
Hace unos días vimos al pequeño Jaime hacer las delicias de los aficionados de salón en La Puebla, ¿cómo ha crecido en él la pasión por el toreo?
Jaime levanta pasiones entre los aficionados y a nosotros, a su familia, nos encanta ver las cosas tan bonitas que genera en la gente. No sé qué deparará el futuro, pero lo que sí vemos en casa cada día es que tiene una afición tremenda, desmedida, es un niño al que le encanta el caballo y el toro, un gran seguidor de los toreros de a pie, los conoce a todos y que se pasa el día jugando al toro. Él ve vídeos de toreros, de caballos, de toros en el campo en vez de dibujos animados. Su hermano, que se ha criado en la misma tesitura, tiene, en cambio, otras inquietudes. Lo del otro día en La Puebla, que sólo podemos agradecérselo a Morante, que está haciendo una labor impagable, fue precioso. Ver tantos niños disfrutando mientras jugaban fue muy bonito. A Jaime nadie le ha dicho cómo se coge un capote y una muleta, pero los maneja como si tuviera un profesor a su lado. Pero es él quien lo aprende a base de observar y dejar salir fuera lo que lleva dentro.
«Me gustaría que me recordasen como un torero a caballo que nunca se conformó con lo que ya había»
¿Qué es necesario cambiar en el toreo a caballo y que va a ser Diego Ventura quien lo intente?
Son varias las cosas que hay que cambiar. Por ejemplo, en el reglamento hay cuestiones que llevan años vigentes y que hay que afrontar de una vez por todas. Una de ellas es que el rejoneador que tome la alternativa deje luego de torear novilladas. Eso le resta respeto al rejoneo. Tampoco entiendo que haya que clavar dos rejones de muerte para descabellar porque hay toros que no lo admiten y, al final, eso prolonga la faena sin sentido. Son sólo unos ejemplos, pero podría reseñar varios más…
¿Qué considera Diego que es obra suya en su paso por la tauromaquia? ¿Qué revolución ha traído Ventura?
Por encima de todo, hacer cada día del rejoneo un ejercicio de emoción, de riesgo, de pasión, de entrega y de innovación. Sorprender con caballos jóvenes, hacer que cada año surja un nuevo caballo figura, inventar suertes como la venturina que hago con Nazarí o perfeccionar otras que ya se habían hecho, pero no al nivel de precisión, de lentitud y, al mismo tiempo, de espectacularidad con que la hago yo. Como clavar un par a dos manos sin cabezada, andar hacia atrás y quebrar muy justamente con los toros galopando hacia mí… Cuestiones que, sobre todo, inciden en que el público vibre cada tarde.
¿Cómo le gustaría que lo recordasen las futuras generaciones?
Me gustaría que me recordasen como un torero a caballo que nunca se conformó con lo que ya había, que siempre buscó la competencia y dar la cara cada tarde y en cada plaza. Un torero que nunca ha renunciado al riesgo y la emoción como la forma de hacer las cosas en la plaza en aras de la sorpresa, la pasión y la felicidad de la gente. Un torero que nunca se dejó nada dentro y que llevó la sinceridad en su manera de ser y de hacer a la máxima expresión.