Días después del festejo celebrado en la plaza de toros de Osuna el pasado 18 de mayo, el ganadero Victorino Martín era nuevamente cuestionado por el gran toro lidiado en quinto lugar aquella tarde, un animal de excelsas virtudes pero con un hándicap importante para no padrear en su casa. Fue un astado que, por su bravura, clase y entrega, convenció a todos los presentes, y con el que Antonio Ferrera se sintió torero y que permitió ver ese verso suelto que es el extremeño.
Pese a todo ello, Victorino tenía claro que es toro no iba a padrear en su casa, de ahí que sensatamente no diera el visto bueno para que se le perdonase la vida. Un animal que volvió a poner en el foco a una vacada que venía de lidiar consecutivamente en plazas como Castellón, Valencia y Sevilla como plazas de relevancia en los meses de marzo y abril. Ahora le toca Madrid, un coso donde el pasado año rayó a gran altura.
Por todo ello Victorino Martín habló con el periodista Juan Bazaga, de Canal Extremadura, sobre la no concesión del indulto y los motivos de su decisión en una entrevista emitida en el programa Tierra de Toros de Canal Extremadura. “Es un buen preámbulo para esos compromisos que tenemos a la vuelta de la esquina. La verdad es que fue una tarde muy importante, los toreros estuvieron muy bien los tres, la pena es que Rafaelillo no pudiera salir a hombros junto al Ferrera y a Curro Díaz, pero la gente se lo pasó de vicio. Fíjate que Canal Sur batió todos los récord de audiencia cuando dicen que los toros no interesan, ahí está la prueba” explicaba.
El ganadero madrileño volvió a explicar sus motivos para no llevarse el toro a casa. “Sí, lo quería indultar todo el mundo, pero la última palabra la tiene el ganadero. El fin último del indulto, el motivo de perdonarle la vida a un animal es para que los toros que son importantes en la plaza sirvan para reproductores y le transmitan a su descendencia sus virtudes. Este toro por comportamiento y por juego fue impresionante, es decir, si alguien se merece el indulto es él, de eso no tengo duda alguna”.
Un animal de grandes condiciones que tuvo delante a un espada que lo entendió a la perfección. “Hay que felicitar también a Antonio Ferrera que estuvo perfecto con el toro, pero el trapío del animal no era suficiente para echarlo a las vacas. Era un toro de plaza de tercera y es más, era un toro que estaba casi límite porque tenía muy poca cara, lo que pasa es que a mí me gustaba mucho el toro y también fue por eso me la jugué un poco a la hora de llevarlo a la plaza. Tú no puedes echar un toro sin trapío a las vacas porque eso luego se transmite en poca cara. El toro tenía cuerpo lo que le perjudicaba era la cara”.
Victorino es consciente del valor del indulto, pero también sabe el fin de este premio. “Un toro bravo que no va a servir para reproducción merece morir en la plaza, eso lo tengo clarísimo. Que le perdonen la vida a un animal es una gran publicidad para el ganadero, pero también es una forma de deteriorar el motivo para el que se aprobó el indulto, de hacerlo sin control estamos frivolizando con ello. Creo que la forma de dar importancia al indulto es hacer las cosas con seriedad como todo en la vida, entonces si lo frivolizamos al final le quitamos importancia y lo degradamos a unos niveles que no son ni buenos”.
“Yo creo que por el bien del indulto, por el bien de la fiesta y por el bien de todo hay que ser serio y el toro aunque te pidan el indulto si tú no opinas que no se lo vas a echar a las vacas tienes que tener la suficiente honradez y sangre fría comunicarle a la autoridad pertinente que ese toro no te vale como semental. Para mí fue justa la vuelta al ruedo” finalizaba comentando el ganadero afincado desde hace años en la provincia de Cáceres.
