El próximo domingo 24 de septiembre se anuncia en Las Ventas un desafío ganadero en un cartel que encabeza el diestro catalán Serafín Marín, ocho años después de su último paseíllo en el coso de calle Alcalá. Para el torero de Montcada i Reixac, que abanderó desde los ruedos la lucha contra la prohibición taurina en Catalunya, la cita tiene además un componente emocional pues coincide con la festividad de La Mercè, patrona de Barcelona, justo cuando se cumplen once años (menos un día) de la corrida con la que se cerró al toreo La Monumental y en la que Serafín, junto a Juan Mora y José Tomás, salieron a hombros a las calles, entre la emoción y el llanto de todos.
Desde esa tarde, Serafín Marín fue entrando en un túnel sombrío de ostracismo y lesiones pero sin renunciar a lo que da sentido a su vida, el toreo.
Afincado en el pueblecito castellonense de Gallosa, Serafín Marín ultima su preparación en el campo cara a su compromiso del domingo y atiende la llamada telefónica de Cultoro desde Sevilla: “Ayer (por el lunes) maté un toro a puerta cerrada en lo de Pallarés y sigo con los entrenamientos diarios, con todos los sentidos puestos en Madrid”.
En lo que llevamos de temporada Serafín Marín ha toreado seis festejos, el último en Tafalla. Con él, Javier Campillos, del que dice: “Desde hace seis años, Javier Campillos es mi persona de confianza, una labor que va más allá del papel de apoderado al uso”.
Serafín Marín cumple veintiuna temporadas como matador de toros, en Barcelona tomó la alternativa un 4 de agosto de 2002 y La Monumental fue escenario de muchos de sus triunfos, como el de La Mercè de 2010 con el indulto del toro Timonel de Jandilla, aquella tarde que también se recuerda por la salida a hombros, junto a Serafín, de Albert Rivera, líder entonces de Ciudadanos, que no quiso perderse la ocasión de arrimar el ascua a su sardina política.
De la utilización política de Serafín Marín comenta el propio torero: “Fui y soy consciente de esa utilización política en su momento, pero también debo decir que yo mismo me presté conscientemente a ello porque pensé que así , desde dentro, podría defender mejor la Fiesta. De ahí vino, incluso, entrar en las listas de VOX para las elecciones generales de 2019. Ellos me dieron esa oportunidad, pero si hubieran sido otros, tanto de derechas como de izquierdas, también les hubiera escuchado, pero eso no se dio. Iba por la lista de Barcelona y por un escaño no salí elegido y en las siguientes, para asegurar la elección, me ofrecieron ir número uno por Castellón, pero les dije que no, que mi sitio era Barcelona y por Barcelona. Ahí se acabó, aunque sigo manteniendo relación de amistad con algunos de ellos”.
Conviene recordar que ese compromiso de Serafín Marín en su lucha contra la prohibición taurina catalana ya se había expresado en su comparecencia en el Parlament ( junto a Joselito y Esplá ) en las sesiones de la Comisión previas al Pleno de la infamia, aquel 28 de julio de 2010. Y también en los ruedos, incluido el paseíllo en Las Ventas el 20 de mayo de 2010, con barretina en lugar de montera y senyera como capote de paseo. Un paseillo, por cierto, que no todos entendieron: “Faltaban solo dos meses para la votación y pensé que Las Ventas, feria de San Isidro, televisión, era el mejor escenario para expresar ese grito silencioso a favor de la libertad. Pero cuando me vieron aparecer en la puerta de cuadrillas y luego durante el paseíllo, hubo quién protestó y silbó, seguramente porque desconocían el motivo, aunque la gran mayoría lo entendió y me ovacionaron”.
A partir de ahí, decíamos, pocos contratos y cierta sensación de abandono. “ Sí, eso ha ocurrido, pero no por parte de los aficionados, como noto , por ejemplo, cuando he ido alguna tarde a Las Ventas como espectador y me paran para preguntare cuando volvería. Pues bien ese día ha llegado, el 24”.
El , vamos a llamar desencuentro de Serafín Marín con el sector tiene ejemplos como el de su no inclusión en la primera edición de la Copa Chenel: “ Es que además tenía la promesa de que acudiría. Como tampoco contaron conmigo en la Gira de Reconstrucción organizada por la FTL el primer año de pandemia y que, pese a las dificultades y al ser televisada supuso el lanzamiento de algunos compañeros en situaciones de olvido similares a las mías. No es una queja, es una realidad”.
Una realidad que ahora pasa por Las Ventas el domingo: “ Es una responsabilidad enorme y eso hace que también la ilusión lo sea, más aún coincidiendo con la festividad de La Mercè, la que fue feria de mi ciudad, Barcelona, y en la que tantas veces toreé. Mi carrera ha sido una montaña rusa, en la que a veces he estado arriba o cerca de lograrlo y otras muy abajo. Pero nunca he desfallecido, el toreo es mi profesión, mi pasión, mi razón de vivir y por eso el sacrificio, aún sabiendo que no tenía nada por delante. Ahora lo que tengo por delante es uno de Partido de Resina, ganadería a la que ya me he enfrentado otras veces, y otro de José Escolar, hierro que lidié en una Feria de Azpeitia.
Ojalá llegue un triunfo, pero si no, sigue habiendo vida. Porque, desgraciadamente, el triunfo vale lo que ellos quieren. Si no pasa nada seguirá habiendo vida pero si sucede, ya sea triunfo o simplemente reconocimiento, ojalá sirviera para empezar la próxima temporada con otras perspectivas. Y, porqué no, en Castellón, tan cerca de mi casa ahora y de la Catalunya y la Barcelona en la que no solo tengo la familia sino tantos amigos y aficionados que nunca me han olvidado. Al contrario”.