Conociendo el gesto de Winston Churchill,
esos dos dedos en forma de V de victoria con el que el premier simbolizaba la resistencia de los ingleses a
la ofensiva alemana, Manolete le regaló la cabeza de ese toro.
Churchill, agradecido, en octubre de
1947, mandaría su pésame a la madre de Manuel Rodríguez en una carta que
apareció publicada en una revista taurina, «Taurología”, que no tuvo
continuidad, en un artículo de Carlos Abella: Señora, I am most grieved to
learn of your son’s tragic feat at Linares…..” Señora, con gran sentimiento
he sabido la muerte trágica de su hijo en Linares, y le mando a usted la expresión
de la más profunda simpatía que sentía hacia él. Tuve una gran emoción al
recibir el valioso trofeo de su hijo, una cabeza de toro superiormente muerto
en el ruedo, que me envió con ocasión de nuestra victoria en Europa. Deseo
sinceramente unir mi pésame a los muchos tributos de condolencia que usted ha
recibido con tal motivo. Suyo afectísimo, Winston S. Churchill.
Manolete alternó aquella tarde con Andaluz y
Antonio Bienvenida y el toro pertenecía a la ganadería de D. Antonio Escobar.