JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / ILUSTRACIÓN:
JUAN IRANZO
Simón
Casas no repite tópicos: no pierde el tiempo en análisis tertulianos que no llevan
más allá de lo que por mil veces está escrito. Sí lo pierde en filosofía, más
práctica y, sobre todo, más trascendental que el típico tópico. Por ende, con
mayor futuro. Así es Simón, el primer loco que optó por el concepto «productor”
en detrimento de «empresario” para apelar al coordinador de obras artísticas
taurómacas. Análisis, reflexión y
comunicación son las claves de Casas para una pronta y productiva efectividad
en la defensa taurómaca. Y lo hace una semana después de la presentación de la
Fundación Toro de Lidia como el objeto más esperanzador para la Fiesta y el que
tiene que ser, por nuestro bien, objeto definitivo de nuestra defensa jurídica
y comunicativa. Así, con el carácter filosófico que ha caracterizado sus días,
lo cuenta el productor para CULTORO:
CLAVE 1 –¿Somos capaces de converger en
puntos comunes para analizarnos y reflexionar? Cada parte del toreo tiene que recapacitar
y analizar conjuntamente la problemática de la afición de los toros como arte y
cultura que significa. Si no somos capaces de dar este paso, si no somos
capaces de buscar convergencias de interés común y reflexionar, si no somos
capaces de realizar un análisis económico fundamental en un gran encuentro de
profesionales, desaparecerá la tauromaquia no por los ataques antis, sino
porque no será sostenible. La unión es una postura idealista. Cuando la gente
no se une, es porque tiene intereses sectoriales, individuales. La unión,
repito, es un concepto idealista, así que yo hablaría de convergencia, que es
la capacidad de buscar puntos comunes de interés para solucionar los problemas.
CLAVE 2 –Bien, decidimos unirnos, pero
¿cómo reflexionar? La reflexión es el primer paso que tenemos que dar. Hay intereses
contradictorios dentro del sector, eso lo sabemos, pero cuando uno se convence
de que se puede llegar a los objetivos que se propone, entonces se encuentra la
convergencia de la que antes hablábamos.
CLAVE 3-Hemos convergido, hemos
analizado y hemos reflexionado, ¿y ahora qué? «Lo primero que haría sería buscar una
consulta externa específica. Que no se nos olvide que estamos hablando de una
economía de mercado, y por tanto debemos escuchar los consejos de los expertos
y los organismos capacitados para estudiar la economía y la sociología: repito
que debemos saber quién somos y qué buscamos en el sector y en el exterior de
éste. Es necesario un estudio
fundamental sobre la economía de la tauromaquia. Para reformar el toreo,
primero hay que saber de dónde sale y cuál es su funcionamiento económico. Nos
hace falta un brillante estudio económico”.
CLAVE 4 –Estamos en Cultura, pero
¿producimos como tal? Uno de los verdaderos problemas es que la producción de la
tauromaquia es totalmente anacrónica: estamos en Cultura y seguimos produciendo
como si esto fuera un negocio de tratantes. Si la tauromaquia es cultura, es
arte, por lo que tiene que producir con las condiciones culturales y artísticas
para adaptar la economía de la producción a las realidades económicas. Detrás
de cada arte hay un sistema económico. La producción literaria es un arte, pero
debe haber un planteamiento de producción muy riguroso detrás. No temo de los
antitaurinos o de los políticos: temo de nosotros mismos, que no somos capaces
de reformar la producción de la tauromaquia. Seguimos teniendo un modelo
económico típico del siglo XIX: por eso digo siempre que no soy empresario,
sino productor.
CLAVE 5 –¿Qué cambiar ya?… y ya es ya. El mundo del toro tiene muy
malas costumbres. Todos las sabemos y no hay por qué repetirlas. Somos un
mundillo pequeño pero que tiene experiencia y capacidad de superación si
quiere. Pero lo único que necesitamos es saber dominar esa visión externa de la
Fiesta. Pecamos de estar demasiado encerrados y de no tener capacidad de ver con
claridad, por lo que es crucial tener una visión externa para poder abrirnos.
CLAVE 6 –Y esto se resume en… Antes de la unión existe la
comunicación; antes de la comunicación existe la reflexión. Hay que tener
convergencia en puntos comunes y reflexionar para plantear proyectos serios y
reales. Todos los medios que se empleen sin reflexión profunda no valen nada:
necesitamos saber quién somos y qué queremos para saber dónde llegar y cómo
hacerlo.