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El año de… Pablo Hermoso de Mendoza


viernes 4 marzo, 2022

Pablo Hermoso de Mendoza se erigió con un 2021 en el que siguió mostrando su magisterio y su status de figura histórica del toreo a caballo: recordamos cómo fue su temporada ante una campaña 2022 en la que estará en citas de inicio de año como Sevilla.

Pablo Hermoso (1)
Pablo Hermoso.

Comenzó temporada Pablo Hermoso en el San Isidro alternativo de Vistalegre, en el que paseó una oreja de un toro de Fermín. Al primero, de buen tranco y clara arrancada, lo cuajó Pablo Hermoso con Berlín, caballo con el que lo cosió al estribo para templar el toreo, le pegó trincherazos por los adentros y batió con académica elegancia para llegar al tendido. Muy cerca dejó llegar a Alabama en el final, pero la tardanza en caer tras el rejón al segundo intento dejó las cosas en ovación

Con el cuarto aprovechó Pablo para rodar algún que otro caballo nuevo, aunque no mermó en absoluto el espectáculo del navarro. De poder a poder en banderillas, clavó con seguridad y anduvo por la cara con el magisterio que le caracteriza. Tres banderillas cortas y el tradicional teléfono dejaron paso a una suerte suprema que cumplimentó con eficacia para pasear una oreja que premia su solidez en la monta y en el toreo.

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En Granada, Pablo paseó una oreja de cada uno de sus toros en una noche para el recuerdo al lado de su hijo Guillermo. Del abreplaza de Bohórquez se llevó la primera oreja de la Feria, un animal con el que destacó a lomos de “Corsario”. Dos rejones de castigo colocó de inicio en una faena en la que la técnica y experiencia del rejoneador navarro fue determinante para poder domeñar su embestida, cambiante por momentos. Tras un rejonazo defectuoso y uno entero, paseó el apéndice al calor de la afición granadina.

Una oreja más del cuarto se llevó al esportón Pablo Hermoso de Mendoza. Fue un animal anodino, mortecino, muy a menos durante toda la lidia del jinete navarro, que le dio tiempos y distancias, citando de lejos para que cogiese aire y ofreció toda una lección de maestría.

El 27 de junio, la maestría de Pablo Hermoso salió a hombros junto a Ponce para cerrar Feria en León. Poco o nada pudo hacer el maestro estellés ante el inválido Bohórquez, que salió con pies de chiqueros, los mismos que se apagaron cual vela sin oxígeno. Sin llegar a clavar el de castigo ya se había desmoronado. Apenas clavó tres banderillas y dos cortas en el  mismo número de batidas, cuidando que se mantuviera en pie. Fulminante fue el rejón para escuchar silencio.

En el cuarto, raudo dejó el de castigo un Pablo Hermoso ávido de triunfo. Garra tuvo la faena, con la joven cuadra que presentó, salvo el veterano Berlín, con el que lució la hermosina. Es un hecho que su yeguada es torera, con un castaño con apenas bagaje dejó los mejores quiebros. Abrochó con Corsario, hijo del mítico Pirata, de buena factura la estocada, le valió para desorejar al de Fermín.

En Torija, a inicios de julio, volvió a dar la cara y a triunfar al lado de Lea Vicens y de su hijo para encarar el verano, lo que le sirvió para encarar también el triunfo de Arévalo, localidad en la que paseó una oreja de cada uno de sus oponentes de Capea y Carmen Lorenzo.

En Huelva, Pablo Hermoso de Mendoza dio la vuelta al ruedo tras una faena magistral pero sin acero al bravo primero de Fermín Bohórquez, un animal que se movió con de forma boyante… pero varios pinchazos evitaron el triunfo numérico de la figura histórica. De su cuadra destacaron sobre todo dos nombres, Berlín y Arsenio, con los que toreó primorosamente de costado, hizo quiebros sin perder el concepto clásico que lo ha alzado en tres décadas a la cumbre del escalafón y piruetas que encandilaron al aficionado onubense. Todo un deleite de magisterio sin acero.

Hasta Montijo, en Portugal, viajó el 3 de septiembre, coso en el que dio dos vueltas al ruedo y tarde que precedería al festejo de la feria de San Antolín de Palencia. Silenciado resultó Pablo Hermoso aquel día frente al primero, al que el centauro navarro dejó una faena de oficio a un astado de poca transmisión. Destacó con Arsenio. Las tres cortas gustaron pero el descabello se llevó el premio. Faena sin orejas en el cuarto turno. Encontró el camino gracias a su oficio, y a sus ganas Pablo Hermoso. En banderillas con Berlín dio una auténtica exhibición y solo la mala suerte en el rejón de muerte le cerró la puerta grande. Silencio.

En Mérida se desquitó de la tarde anterior y cortó dos orejas: tuvo buena materia prima en el toro de Rosa Rodríguez que apretó de salida al joven Macbel, pero que poco a poco se fue templando con el galope del caballo. Una nueva tarde de gloria para el caballo luso-alemán que brindó grandes pasajes de toreo de costado y cambiando por los adentros en la zona de chiqueros en uno de los puntos álgidos de la faena. Arsenio tras dos banderillas en las que llegó haciendo un tierra a tierra hasta la misma cara, realizó una pirueta en la misma cara el astado. Corsario ligó las tres banderillas cortas con continuidad y la suerte del teléfono. Pablo dejó un rejonazo en lo alto de efectos fulminantes. Dos orejas indiscutibles.

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Prosiguió el triunfal camino en Ampuero, en Cantabria, coso del que también salió a hombros y también en la feria de Nuestra Señora de San Lorenzo de Valladolid. Muy clásico y muy académico estuvo Pablo Hermoso de Mendoza ante el primero de Bohórquez, un toro muy soso con el que había que poner mucho para lograr algo de transmisión. Oreja. Mejor estuvo ante el segundo, al que también le cortó una oreja, pero con más espectáculo en el trasteo, al que incorporó sus hermosinas. En la vuelta al ruedo quiso que le acompañase el ganadero, reconociendo la calidad del cuarto.

En Almodóvar del Campo, Pablo Hermoso de Mendoza cortó una oreja de mucho peso al primero de la tarde, con el que puso en pie a los tendidos con su caballo Berlín, toreando de costado con una precisión asombrosa. Lo bordó en la rueda de las cortas y cerró con el teléfono. Pinchó al primer intento antes del rejón definitivo, y el premio quedó reducido a un solitario premio que supo a poco.

Pablo

No tuvo suerte con su lote en la tarde de Logroño. Manso fue el primero de la tarde, un animal soso y al que le costaba arrancar, sin prácticamente transmisión, con el que Pablo se entregó desde el primer momento. No se achicó el maestro navarro, que incluso puso cortas para calentar al tendido, pero fue imposible ante un animal que no colaboró. Mató de rejonazo y descabello y fue ovacionado al esfuerzo.

Pablo Hermoso de Mendoza esperó a portagayola al cuarto, un animal que salió con pies al caballo del maestro estellés, que templó su tranco de salida. Pero se fue apagando el de Capea: extraordinario Pablo a lomos de Berlín, con el que dio una vuelta completa al ruedo en La Ribera, llevando el tranco del murubeño. Hermosinas en el ecuador de la lidia que encandilaron al tendido. Era un astado al que había que atacar mucho para que rompiese, y ello, junto con cuatro arrancadas que le regaló, le valieron a Hermoso para hacer cuatro quiebros. Mató de dos pinchazos, medio rejonazo, descabello y fue ovacionado.

La triunfal tarde de Úbeda, en Jaén, y la de Larraga, en Navarra, pusieron fin a su temporada junto con la de Lisboa, que merece un capítulo aparte.

La noche de Lisboa

Sin Titulo 34

Teniendo de fondo un lleno de no hay billetes Pablo volvió a dar una de sus lecciones magistrales y de nuevo puso de acuerdo a la cátedra lusa en que su lidia es única y su forma de templar eterna.

A pesar de que la presidencia cambió a su primer toro, un gran animal, posiblemente el mejor que Pablo había toreado de salida en Portugal en muchos años y al que incomprensiblemente el Presidente lo cambió mientras Pablo cambiaba a Jíbaro por Berlín. Un toro que se rebosaba, que galopaba con una enorme calidad y que como único pero le vimos perder las manos en una de las embestidas.

Tras devolverse ese astado, salió el que debía de hacer quinto, mucho más mulo de presencia y de salida un toro áspero y sin entregarse. Lo cierto es que muy malo tiene que ser el toro para que no acabe embistiendo ante la insistencia. Y sobre todo la cercanía con que le cita Jíbaro que fue metiendo al astado a base de toreo cercano. Definitivamente fue Berlín el que terminó por meter al toro en faena y él por consagrarse como el caballo más templado del rejoneo actual.

Un Berlín que puso el abarrotado (siempre dentro de las todavía vigentes normas sanitarias) Campo Pequeño como un hervidero y que lo dejaba retirarse pidiendo en pie que pusiera una banderilla más. Una nueva lidia maestra comenzando con un debutante aquí como es Martincho, que mostró su desparpajo y sobre todo su valor para afrontar los envites de frente y llegando encima del astado. Luego sería Disparate quien hizo las delicias del público con su toreo más eléctrico, de más chispa y corazón y acoplándose siempre al galope y al tranco del astado. Cuatro banderillas de poder a poder, siempre asomado al balcón de los pitones y alargada con una quinta por petición mayoritaria del público. Pablo fue obligado por el respetable a dar una vuelta al ruedo y que fue autorizada por la autoridad ante la demanda del público.