Hablar de Diego Urdiales es hacerlo de un veterano que se sale de los cánones preestablecidos del toreo. El riojano lo interpreta de una forma muy personal, y eso enganchó hace un cuarto de siglo a una gran parte de esa masa que se deja llevar por aquello que le eriza la piel más que por la mecánica pura de este arte.
Ahora, el arnedano cumple, este 2024, 25 años de alternativa. Un cuarto de siglo llenando de personalidad y de torería cada uno de los compromisos que ha tenido por delante. Por ello, este medio lo ha entrevistado en profundidad, y cada palabra que dice es una sentencia que sienta cátedra: «Yo quería torear mejor que nadie, y aún sigo queriendo», expone en el encuentro con este medio.
En la entrevista habla de Madrid, de Sevilla, de cómo planifica la temporada de sus 25 años de alternativa -cuya corrida inicial será este sábado en su tierra, Arnedo-, de los momentos más emotivos e importantes de su carrera, de cómo ve el futuro y también de la dureza de la profesión: «Es muy complicada y siempre exige, pero sí que es verdad que cuando uno se convence de lo que ha luchado, empieza a saber digerir todo eso».
Y considera que «es un error martirizarte por la presión; hay que mirar por seguir creciendo, por querer ser mejor. E intentar centrartse en lo que de verdad quiere ver la gente, que es ese muletazo que llega a emocionar».
